Ocho ya fueron detenidos, entre ellos el supuesto líder de la secta, el nicaragüense Francisco Sánchez.
El grupo es señalado de constituir la secta apocalíptica llamada “Cuerpo Místico de Jesús” en la comunidad de Mechapa, en el departamento noroccidental de Chinandega.
Una comisión del gobierno nicaragüense constató este mes que en el campamento viven hacinadas más de 600 personas, entre ellos 330 niños menores de seis años, que no reciben atención médica ni asisten a clases.
La comisión encontró niños con problemas de la piel, una niña con varicela, y mujeres embarazadas sin control prenatal que viven, igual que el resto de los miembros de la secta, en carpas de plástico.
“Las investigaciones no han concluido (..) es un caso muy complejo y delicado”, dijo la fiscal que presentó el caso ante un juzgado de la capital.
Las personas que integran el grupo religioso, establecido a unos 205 kilómetros al noroeste de Managua, “vendieron sus propiedades para alcanzar “la salvación”, según un informe del Ministerio de la Familia, Adolescencia y Niñez (Mifan).
El Gobierno de Nicaragua ha asegurado que está pendiente ante “cualquier amenaza” a las familias de la agrupación religiosa.
Sectas peligrosas
De acuerdo con un reportaje de El Nuevo Diario de Nicaragua, la secta debe verse como un movimiento peligroso por lo cual pidieron a las autoridades investigar.
“Lo que están haciendo es llevar a la gente a un despeñadero”, afirmó el reverendo Omar Duarte, de la iglesia Ríos de Agua Viva.
Por su parte monseñor Silvio Fonseca, vicario de la Pastoral para la Familia, indicó que “esos mensajes apocalípticos son peligrosísimos, porque son llevados por falsos profetas que tienen la capacidad de lavar el cerebro a las personas, de manera que hipnotizan a la gente”.
La mayoría de familias han sido convencidas de que vender sus pertenencias y entregaron su dinero a los líderes de la secta convencido de que serán “arrebatados” de este mundo a más tardar en los primeros cuatro meses del próximo año.
“Quienes los siguen son gente sencilla, sus líderes conocen la debilidad de sus seguidores. Son lobos rapaces que nublan la mente de las personas”, afirmó monseñor Fonseca al mismo medio.
La Iglesia Evangélica de Nicaragua aclaró que la secta asentada en la provincia de Chinandega no pertenece a ninguno de sus ministerios.