Economía

Industria promueve energía más eficiente

La industria en Guatemala demanda alrededor del 30% de la energía eléctrica consumida en el país, gastos que pueden llegar a significar desde el 5% hasta el 70% de los costos de producción, según de qué bien se trate.

Como resultado de ello, el sector productivo está buscando disminuir esos costos, para lo cual, en abril de este año, fundó la Gremial de Eficiencia Energética. Además, la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) instaló, con el apoyo la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GIZ), el programa Administrador de la Energía.

Se trata de un modelo extranjero, adaptado a la realidad del país, para formación teórico-práctica de enviados de empresas o entidades en medidas de eficiencia y ahorro.

El impulso que está dando el sector se deriva de la necesidad de ser más competitivo ante otros países y reducir los costos, explican los productores nacionales.

Para Andrés Chicol, gerente de proyectos de la firma Kawarna, las empresas deben seguir buscando oportunidades de ahorrar y eficientar su producción, aunque los precios de la electricidad en la actualidad estén más bajos que en años anteriores porque también deben tomar en cuenta que esos costos no son eternos y variarán en pocos años.

“No hay una fórmula o receta mágica para ahorrar energía. Sin embargo, las soluciones se pueden lograr con cambios en la tecnología y del equipo obsoleto, así como en los patrones de consumo”, refieren Chicol y Daniel García, asesor político ambiental de la CIG y gerente del programa Administrador de la Energía.

Este ya funciona en Costa Rica, donde del 2012 al 2014 se ejecutaron 61 proyectos, para los que las empresas participantes han invertido US$750 mil y ya empezaron a obtener resultados en sus costos, asegura García.

En el caso de Honduras, se empezó en el 2014 y la inversión ha sido de US$150 mil, añadió.

Algunos grandes usuarios, que pueden adquirir la energía en forma directa a los generadores, están comprando el suministro a US$0.11 por kilovatio gracias a la baja de precios y competencia del mercado, que ayudan a la competitividad, dice Fanny D. Estrada, de Agexport. Esperan que baje hasta US$0.06.

En Guatemala, el programa empezó en julio de este año con la primera promoción, pero no se trata solo de clases teóricas, sino que van acompañadas de un coach o guías para ejecutar los proyectos y que estos no se queden en el aspecto académico.

Para el proceso, de 105 horas, se cuenta con 17 expertos internacionales que fungen como guías, quienes dedican 35 horas de seguimiento para cada proyecto.

Otro de los factores para que se logren ejecutar los proyectos es que se les da el acompañamiento para que la empresa detecte si puede financiar el proyecto o necesita financiamiento externo, añadió.

Si es el segundo caso, hay también foros para hacer enlaces con entes bancarios, explica el gerente del programa. Explica que hay varios bancos que ofrece líneas de crédito para este tipo de proyectos, como Banrural, Industrial, Banco Agro Mercantil y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Aparte, el costo del programa por persona es de US$1 mil 500, el cual asumiría cada empresa o entidad, aunque este año el BCIE brindó un aporte económico para alguna beca y por eso también participa un enviado de la Universidad de San Carlos, comenta García.

Andrés Chicol, ejecutivo de la firma Kawarna, indica que hay procesos en los que el ahorro de energía se nota de mejor forma en un año, o en un plazo más amplio, por lo que recomienda a los empresarios no desesperar y pensar que fracasan si no ven disminución de un mes a otro.

Un diagnóstico o auditoría energética debe hacerse con el historial de consumo de 12 meses ya que el ritmo de producción no es el mismo durante todo el año, añade.

Cuando las empresas implementan por primera vez medididas de eficiencia energética pueden llegar a bajar hasta 60% el costo. El ritmo de ahorro es menor cuando los negocios ya las implementan y deciden adoptar nuevas medidas pero siempre hay oportunidades, comenta.

El empresario debe conocer cómo funciona cada sección del negocio y la maquinaria, para visualizar oportunidades. Los trabajadores son de gran ayuda y se puede hacer una campaña donde cada uno proponga cómo bajar el consumo en cada área.

En la actualidad, participan representantes de 18 empresas de sectores como vidrio, plástico, metales, bancos, manufacturas o de instalaciones para edificios.

Estas trabajan en proyectos de biodigestores, aire comprimido, energía fotovoltaica y eficiencia energética en calderas, así como auditoría energética, entre otros. Se prevé que en marzo del 2016 se alcancen los primeros resultados respecto de la disminución de gases de efecto invernadero y los ahorros económicos que se hayan logrado, explica García.

Crece demanda

Para la Empresa Eléctrica de Guatemala, S. A. (EEGSA), el 10% de sus usuarios son industrias que demandan entre el 25% y el 30% de la energía, indica Carlos Rodas, gerente de Planificación de la firma colombiana.

Entre 2014 y 2015, los sectores que más aumentaron su consumo son los de industria, servicios y comercio, con datos arriba del 5%, mientras que otros segmentos crecieron un 2%, dice Rodas.

Energuate reporta 3 mil 511 usuarios con demanda industrial en 19 departamentos, que demandan en promedio 28.3 Gv/hr de energía al mes.

Para esta firma, el 4% de sus usuarios que más consume incluye industrias y algunos negocios.

También otras energías

La Gremial de Eficiencia  Energética (GEE), que se creó hace nueve meses, cuenta con  18 asociados, indica su presidente,  Óscar Emilio Solís.

La visión es más amplia, ya que no solo  busca reducir el consumo de energía eléctrica,  sino cómo hacer más eficente el uso del agua y el vapor  y cómo generarlo, así como   aprovechar los desechos de  procesos industriales u otras opciones.

Se detectó que en el sector  hay desperdicio de recursos, por lo que quieren  fomentar una cultura de eficiencia energética. Se empieza con industrias, pero se busca llegar a proyectos municipales y alianzas público-privadas.

También analizarán las propuestas de ley de la materia para emitir una opinión.
Se han agremiado  empresas que proveen soluciones para energía,  pero también   industrias que buscan cómo aprovechar los recursos.

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