El presidente estadounidense “comprende los compromisos” asumidos durante la campaña electoral en el sentido “de poner fin a la misión de combate”, declaró el dirigente liberal canadiense durante una conferencia de prensa.
A pesar del anuncio, durante la conversación Obama y Trudeau “estuvieron de acuerdo en la importancia de profundizar la ya fuerte relación entre EEUU y Canadá”, dijeron funcionarios de la Casa Blanca.
“Se comprometieron a trabajar juntos para alcanzar un acuerdo ambicioso y duradero sobre el cambio climático en diciembre en París”. Obama también le propuso “una reunión en el futuro próximo”.
Entre los principales objetivos del futuro primer ministro se encuentra dirigir al país hacia la recuperación de la alicaída economía y que su diplomacia vuelva a jugar un papel destacado en el mundo.
La economía canadiense se contrajo en el primer semestre de este año. El país es el quinto productor de petróleo del mundo y ha sufrido enormemente el desplome de los precios del crudo.
Justin Trudeau prometió relanzar la actividad con un programa de infraestructura y de creación de puestos de trabajo.
Señaló además que Canadá “está de regreso” en la escena internacional, tras una década de ausencia de compromisos diplomáticos.
“Quiero decírselo a los amigos de este país en todo el mundo, muchos de los cuales estaban inquietos por ver que Canadá había perdido en los últimos diez años su generosidad y su voz constructiva. Tengo un mensaje simple para ustedes en nombre de 35 millones de canadienses: ¡estamos de vuelta!”, declaró ante las cámaras Trudeau, durante un encuentro con seguidores en Ottawa.
Los liberales dispondrán de una amplia mayoría parlamentaria, con 184 legisladores, según resultados aún no definitivos, de los 338 de la Cámara de los Comunes en Ottawa, lo que les permitirá implementar las políticas de su plataforma electoral, entre ellas el mantenimiento de la paridad de género en el parlamento.
Para los conservadores la derrota es ante todo la de su líder, Stephen Harper, reelegido en Calgary (su ciudad, en el oeste canadiense), pero quien renunció a la dirección del partido tras conocerse los resultados la noche del lunes. Desde allí, Harper reconoció su derrota y felicitó a Trudeau.
Los conservadores mantuvieron sus bastiones en el occidente del país, haciéndose con 99 escaños, lo que los dejó como segunda fuerza política, por delante de los socialdemócratas del Nuevo Partido Democrático (NPD), que obtuvieron 44 escaños.