En los humanos, sin embargo, una lesión de este tipo provoca la pérdida irreversible de la función locomotora.
“Hemos usado estos animales para entender cómo son capaces de volver a nadar y qué vías moleculares son las que se activan e intervienen en el proceso de regeneración tras una lesión medular”, explicó el autor principal del estudio, Antón Barreiro de la Universidad de Santiago de Compostela (noroeste de España) .
La serotonina es conocida por su papel como neurotransmisor en el sistema nervioso; se trata de una molécula que transmite información de una neurona a otra y cuando falla (cuando hay niveles bajos de serotonina) aparecen, por ejemplo, síntomas de depresión.
Pero no solo. En este trabajo, los investigadores demostraron que la serotonina promueve el desarrollo y la regeneración de las motoneuronas, las neuronas de la médula espinal que inervan los músculos tanto en peces cebra como en humanos y que se encargan de activar la contracción de la musculatura, añadió Barreiro.
“Si estas neuronas de la médula se pierden y no se reemplazan perdemos la capacidad de contraer la musculatura” , detalló el investigador y apuntó que el número de motoneuronas se ve afectado por lesiones traumáticas pero también por enfermedades neurodegenerativas, como el ELA (esclerosis lateral amiotrófica) .
Precisamente, este trabajo evidencia el importante papel de la serotonina en la proliferación de las células madre que dan lugar a nuevas motoneuronas en la médula espinal.
Se trata de un trabajo de investigación básica, por lo que queda mucha investigación por hacer, puntualizó Barreiro.
En el mercado ya hay fármacos que estimulan la serotonina; pero con este trabajo no queremos decir estos medicamentos vayan a regenerar la médula después de una lesión, advirtió.
Sin embargo, esta investigación sí que sienta las bases para el desarrollo futuro de terapias que promuevan la producción o supervivencia de las motoneuronas en humanos.
Por eso, hay que seguir investigando qué moléculas intervienen en el proceso de desarrollo y regeneración de las motoneuronas, porque no solo lo hace la serotonina; de hecho, recordó el científico español, el equipo de la Universidad de Edimburgo ya demostró en otro trabajo que la dopamina es otra de las moléculas implicadas.
“Poco a poco vamos encontrando todas las señales moleculares que se activan en este proceso” , un paso imprescindible antes de llevarlo a la investigación clínica, concluyó Barreiro.