“Como actriz, Maureen O’Hara interpretó fortaleza y sensibilidad en todos los personajes que interpretó. Sus personajes eran enérgicos y valientes, como lo fue ella en la vida real. También era orgullosamente irlandesa y pasó su vida entera compartiendo su herencia y la maravillosa cultura de la isla Esmeralda con el mundo”, dice una biografía familiar.
O’Hara llegó a Hollywood para protagonizar la cinta de 1939 El jorobado de Notre Dame y continuó con una larga carrera en la pantalla grande.
Durante el auge de su carrera en el cine, se convirtió en la “Reina del Technicolor” por el amorío de los camarógrafos con su cabello vívido, su piel pálida y su naturaleza ardiente.
Después de sus inicios en Hollywood con El jorobado de Notre Dame y algunas películas menos importantes, interpretó a la joven hija hermosa en un drama conmovedor de 1941 sobre una familia minera de Gales, Qué verde era mi valle, que ganó cinco premios Oscar, incluso el de mejor película.
Tráiler de Qué verde era mi valle (1941), tomado de YouTube.
Su primer esposo fue el director George Hanley Brown, a quien conocido mientras filmaba Jamaica Inn. Cuando se mudó a Hollywood, él se quedó en Inglaterra y el matrimonio fue anulado.
En 1941, se casó con el director Will Price y tuvieron una hija, Bronwyn, en 1944. “El matrimonio fue un error terrible y nos divorciamos en 1952”, comentó. Permaneció soltera hasta su matrimonio con Charles Blair en 1968.
En la pantalla grande, O’Hara siempre interpretó a mujeres poderosas y obstinadas. Durante una entrevista en 1991 le preguntaron si era la misma mujer que representaba en las películas. “Me gusta salirme con la mía”, dijo. “Pero no crean que no actúo cuando estoy ahí. Adicionalmente, no crean que siempre me salgo con la mía”, añadió.
Le sobrevive una hija en Irlanda, Bronwyn FitzSimons, su nieto Conor FitzSimons y dos bisnietos.