Los socorristas también trasladaron a la pediatría del nosocomio a cuatro menores, todos integrantes de una misma familia que en su residencia tenían una tortillería que funcionaba con gas propáno.
De acuerdo con lo relatado por una de las víctimas a la policía a su ingreso al Hospital Roosevelt, la semana pasada llegó un joven a cambiar el cilindro de gas, sin embargo desde el pasado lunes escucharon un ruido proveniente del tambo, lo que hizo que llamaran a su proveedor para revisar la válvula y el cilindro.
El mismo joven de la semana anterior llegó y empezó a maniobrar el cilindro para ubicar alguna fuga y fue ahí cuando se produjo la explosión. El joven, empleado de la empresa distribuidora de gas, aunque fue alcanzado por la onda expansiva, huyó del lugar.