Junior Salguero, gobernador de Escuintla, indicó que desplegaron varios agentes de la Policía Nacional Civil en los camposantos y calles de la ciudad, para que la población salga con confianza.
Marta García manifestó que cada año asiste con su familia al cementerio municipal, donde descansan los restos de sus padres. Añadió que el lugar se se ha convertido en punto de reunión familiar, porque comparten de un almuerzo cerca de los restos de sus parientes que ya partieron.
“Todo está bonito porque hay seguridad en los cementerios, el problema es que las flores están caras, por lo que se debe de buscar lo más económico para adornar las tumbas”, manifestó la vecina Florencia Castro.
“Es importante que las autoridades controlen el ruido y las ventas de bebidas alcohólicas dentro del cementerio, porque esto genera desorden”, dijo Juan Rolando Guardado, visitante.