Los equipos de rescate cortaban con cuidado estructuras de acero y buscaban entre trozos de concreto el sábado para llegar a donde se cree que varios trabajadores siguen atrapados.
Las declaraciones de Usman se produjeron un día después de que un adolescente al que su familia había dado por muerto apareciera con vida tras pasar 50 horas atrapado bajo los restos de la fábrica de cuatro plantas, que colapsó el miércoles.
La causa del derrumbe aún no se ha determinado.
El edificio se derrumbó justo una semana después de que un terremoto de magnitud 7,5 golpeara Pakistán, dejando 273 muertos y dañando casi 75.000 viviendas.