La votación resultó 360 a favor y 233 en contra, a pesar de los temores expresados por muchos de que podría ocasionar acusaciones contra médicos.
La medida permite el suicidio asistido por “razones individuales por motivos altruistas”, pero amenaza con hasta tres años en prisión si alguien le ofrece a alguien más el suicido en “términos comerciales”.
Fue una de las cuatro propuestas de ley consideradas en un debate que superó las divisiones de partidos, y fue la versión favorecida por la canciller Angela Merkel.
La última ocasión en que la eutanasia fue parte de la política pública fue cuando los nazis mataron a más de 200 mil personas con discapacidades físicas y mentales.
La exministra de Justicia Brigitte Zypries dijo que la medida “abrirá una era de gran incertidumbre legal” y sin duda será apelada por la Corte Constitucional Federal.
“¿Cuándo se comporta un médico de manera comercial?”, Zypries preguntó a los otros legisladores. “No es claro”.
El suicidio asistido ha sido una zona gris en Alemania al no ser ni permitido ni prohibido por la ley.
Las cuatro propuestas debatidas en el Parlamento iban desde permitir la práctica por completo siempre y cuando no fuera a cambio de un beneficio monetario, hasta su total prohibición.
La versión que conciliaba opiniones la propuso un grupo de legisladores de todos los partidos en el Parlamento, desde el Demócrata Cristiano de Merkel, hasta el opositor Partido de la Izquierda.