En los primeros minutos del encuentro, ambos presidentes realizaron breves intervenciones, que fueron transmitidas por televisión, antes del inicio de la discusión a puerta cerrada.
Xi subrayó que China y Taiwán han dado hoy “un paso histórico” en el que ambas partes deben trabajar juntas “sin importar las dificultades” .
“Somos familia, y la sangre es más espesa que el agua” , declaró el presidente Xi en alusión a la común cultura e historia de China y Taiwán, separadas por el estrecho de Formosa y por 66 años de conflicto.
“El estrecho (de Formosa) no puede evitar que parientes y amigos se echen de menos” , subrayó Xi quien, siguiendo el pacto previo entre ambas partes, no se dirigió a su interlocutor con el habitual tratamiento de “señor presidente” – China no reconoce a Taiwán como Estado- y utilizó la palabra “señor” .
“El pueblo a ambos lados del estrecho ha trabajado duro para esto, por la común Historia” , aseguró el mandatario, quien afirmó que ambas partes se encuentran en “un momento decisivo” en el que “no se puede repetir una tragedia histórica y no podemos perder los frutos de nuestro desarrollo” .
“Somos responsables ante la historia y debemos tomar unas decisiones sabias que superen el examen de la historia” , proclamó Xi en un tono de trascendencia.
“Hemos de actuar juntos y mostrar al pueblo chino a ambos lados del estrecho que tenemos la habilidad para desarrollar la estabilidad y contribuir a la paz y la estabilidad” , concluyó Xi.
Ma, por su parte, coincidió en que esta reunión “hace historia en el futuro de las relaciones” y resaltó que si bien las dos partes tienen “diferentes sistemas políticos” , han desarrollado “el diálogo y la cooperación” .
Tras repasar con datos la mejora de la relación durante los últimos 22 años, Ma subrayó que “tenemos que ir más lejos” y “buscar una estrategia pragmática” para incrementar los vínculos bilaterales.
Así, Ma propuso cinco puntos concretos en los que avanzar, entre ellos reducir la animosidad (porque “no somos enemigos como antes”) , crear líneas directas de comunicación o sentar las bases para incrementar los intercambios comerciales.
El presidente taiwanés destacó que su reunión con “el señor Xi” se produce por primera vez “en nuestra capacidad de líderes a ambos lados del estrecho” y después de que ambos pueblos “hayamos decidido sustituir el conflicto por el diálogo” .
La cumbre se produce en un momento delicado para ambas partes, por el ascenso del independentismo taiwanés, rival común de ambos y favorito en las elecciones legislativas y presidenciales de la isla previstas para enero del 2016.
No cabe el independentismo, va contra la Constitución
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, señaló en su comparecencia de prensa tras el encuentro con su homólogo chino, Xi Jinping, que ambas partes coincidieron en que “no cabe el independentismo” en la isla, “pues va contra la Constitución” .
La cumbre giró en torno a “cómo consolidar los consensos de 1992 para consolidar la paz” , destacó Ma a los cerca de medio millar de periodistas que cubrieron el histórico encuentro en un hotel de lujo de Singapur.
Tanto el presidente taiwanés como el chino tienen como rival común a la oposición independentista isleña del Partido Demócrata Progresista (PDP) , favorita para ganar las elecciones presidenciales y legislativas de enero de 2016.
Ma resaltó de la cumbre, como minutos antes hizo la delegación china, que en ella se debatió que China permita una mayor participación de Taiwán -a quien no reconoce como Estado- en organismos internacionales, una de las reclamaciones históricas de Taipei.
“Esperamos menos interferencia cuando Taiwán quiera participar en procesos de integración en algunos organismos, y Xi dijo que lo tendría en cuenta y haría ajustes” , subrayó Ma, quien como su interlocutor evitó utilizar el tratamiento de presidente.
En concreto, ambas partes mencionaron la posibilidad de que Taiwán participe en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras -creado por iniciativa china-, o en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, entre otros.
Ma transmitió además a Xi que los misiles (que se apuntan mutuamente a ambos lados del estrecho de Formosa) “no ayudan en los lazos” , y que “los taiwaneses están preocupados por la cuestión de la seguridad” , en un momento de ascenso económico e internacional de China.
El presidente de Taiwán afirmó, como la parte china, que la base del entendimiento son los consensos de 1992, año en el que ambas partes en conflicto lograron los primeros acuerdos.
Sin embargo Ma, en contaste de la delegación comunista, recordó que esos consensos establecen que cada parte tiene una interpretación de lo que es China.
Según los acuerdos logrados por Pekín y Taipei hace 23 años, existe sólo una China, aunque para los primeros sea la República Popular (comunista) y para los segundos la República de China, heredera del régimen nacido en 1911 con la revolución que derrocó a la dinastía Qing.
La comparecencia de Ma difirió en gran medida de la china, ya que el presidente taiwanés respondió en persona a los periodistas, acompañado de toda su delegación, mientras que por parte del régimen comunista sólo lo hizo un alto cargo (Zhang Zhijun, de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado) .
Además, la televisión oficial china CCTV emitió la comparecencia china en su totalidad, y sólo unos instantes iniciales de la de Ma.