Saransk, en la República de Moldavia, a más de 500 kilómetros al este de Moscú: El agente acaba de recoger muestras de los atletas y la policía se interesa, a su juicio en exceso, por los controles antidopaje.
“Pasé varias horas dando explicaciones a la policía, que buscaba las muestras, con policías esperándome delante de mi hotel para acompañarme a mí y a las muestras hasta el tren (que debía tomar para regresar a Moscú)”, contó en el informe este empleado, que deseo conservar el anonimato.
La policía francesa se incautó de 87 mil euros en metálico en el domicilio de la Costa Azul francesa de Gabriel Dollé, médico galo a la cabeza de la lucha antidopaje en la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) hasta 2014, informó hoy el semanario “LExpress”.
Según esa cabecera, que precisa que el hallazgo del dinero se produjo a inicios de noviembre, los investigadores sospechan que el doctor recibió “al menos 190 mil euros por cerrar los ojos ante algunos casos de dopaje establecidos científicamente”.
El médico ha sido imputado por corrupción pasiva en el caso que instruyen tres jueces franceses y que coordina Interpol, relativo a la presunta existencia en el atletismo de un sistema de dopaje promovido por Rusia.
“La policía de Moscú estaba ya informada de mi llegada y me esperaba (allí), sólo para asegurarse que las muestras llegarían bien al laboratorio de análisis de Moscú”, explicó.
Laboratorio clandestino
Según el informe de la AMA, este laboratorio y posiblmente otro clandestino instalado en la capital moscovita, habrían participado en la trama, llegando incluso a destruir muestras comprometedoras.
“Además había un entrenador con el que más de 20 atletas habían dado positivo en varios años. No dudó en llamar al laboratorio de Moscú, delante de mí, para ofrecerle los números de las muestras que llegarían el día siguiente, confirmando que la policía les echaría un ojo y añadiendo que el laboratorio sabía que lo que tenía que hacer” desveló.
Entonces decidió que lo mejor que podía hacer era huir…
“Cuando salí de mi habitación por la ventana con la idea de tomar otro tren diferente al previsto, dejé la luz y la televisión encendidas, para que imaginaran que seguía dentro”, añadió.
“La policía esperaba en la estación de Moscú y yo debía hacerlo lo mejor posible para sortearla y dar las muestras a otra persona (de confianza)”, continuó.
Esta persona llevaría las muestras al laboratorio de Lausana, que descubriría cuatro controles positivos en estos análisis.
Desde entonces la persona que llevó las muestras al laboratorio de Lausana no ha podido completar otras transferencias y la familia del agente, incluida su madre, ha sufrido amenazas, subraya el informe.