Los dirigentes europeos se reunirán ulteriormente entre sí para evaluar las negociaciones con Turquía, otra de las puertas de entrada al territorio de la UE, sobre todo de refugiados sirios, a través de Grecia.
Respecto al fondo de ayuda a África, los Estados miembros sólo se han comprometido a aportar 78 millones de euros adicionales a la suma otorgada por la UE, según cifras de la Comisión Europea.
Este fondo “fiduciario de urgencia” tiene como objetivo luchar “contra las causas profundas de la migración irregular en África”, subrayó el presidente del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.
La suma aportada está “lejos de ser suficiente” reiteró sin embargo este jueves el presidente nigeriano Issoufou Mahamadou.
Pese al invierno boreal que se acerca, el flujo de emigrantes hacia Europa no cesa, y condujo el miércoles a Eslovenia a instalar alambradas a lo largo de su frontera con Croacia.
Horas más tarde Suecia anunció que restablecerá provisionalmente sus controles fronterizos durante diez días a partir del jueves, para tratar de frenar las llegadas.
“No se trata de una barrera (…), pero debemos estar seguros de que tenemos controles” en las fronteras, explicó el jueves en Malta el primer ministro sueco, Stefan Lovfen.
En su declaración conjunta, que será firmada este jueves, europeos y africanos se comprometen a “administrar juntos los flujos migratorios en todos sus aspectos”, según un proyecto de texto obtenido por la AFP.
Plan de acción
La cumbre debe generar un “plan de acción” con proyectos concretos a llevar a cabo antes de fin de 2016, y que supuestamente deben responder a las preocupaciones de ambas partes.
Sin embargo algunos dirigentes africanos expresaron su irritación por la presión europea sobre África. Los migrantes africanos “no son tan numerosos como se dice. ¿Por qué tanto énfasis en los migrantes africanos?”, se preguntó el presidente senegalés, Macky Sall.
Su homólogo marfileño, Alassane Ouattara también expresó su molestia al subrayar que su país, con un 25% de ciudadanos extranjeros, sí era un “modelo de integración”.
Con su fondo financiero, los europeos quieren incitar a algunos países africanos a “readmitir” a sus migrantes en situación irregular en la UE.
Pero el presidente senegalés se mostró muy crítico: “No se puede insistir en readmitir a los africanos en sus países cuando se habla de acoger a sirios y a otros. Es un trato diferenciado que condenamos, porque es discriminatorio” aseguró.
“El retorno al país de origen no puede ser la única respuesta de Europa a los migrantes africanos. En efecto, algunos necesitan protección, igual que otros migrantes procedentes de otras regiones” insistió de su lado el presidente marfileño.
Los países africanos piden sobre todo que se desarrollen “canales de migración legal” (de turismo, estudios, trabajo) pero los dirigentes europeos, temerosos de sus opiniones públicas, son muy cautelosos al respecto.
Así, la respuesta de la UE ha sido tímida y aceptó duplicar el número de visados para estudiantes e investigadores africanos, según el proyecto de plan de acción consultado por la AFP.
Cerca de 1.2 millones de personas han entrado este año ilegalmente en la UE, principalmente por mar, había recordado el martes el recordó el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk.
Esta reunión de La Valeta fue programada en la pasada primavera boreal, después de un dramático naufragio en el que 800 migrantes murieron ahogados en el Mediterráneo central, una “ruta” muy utilizada por los migrantes africanos.