El museo, ubicado en esta ciudad del sureste de Florida y que aun no ha sido inaugurado de manera oficial, recibió esta semana la nave de fabricación estadounidense y que llegó del país centroamericano desarmada en tres contenedores, tras una gestión que se empezó en 2016.
Rodríguez confirmó que se trata de “una de las aeronaves originales usadas en la operación”, en la que, bajo la presidencia de John F. Kennedy, al menos 1.500 voluntarios, en su mayoría exiliados cubanos entrenados por la CIA, desembarcaron en Bahía de Cochinos (Cuba) el 17 de abril de 1961 para tratar de derrocar a Fidel Castro.
El avión se hallaba desde 1961 en el Aeropuerto Internacional La Aurora, en Ciudad de Guatemala, y fue descubierto por el exbrigadista y comerciante de la industria de transporte aéreo Federico Flaquer.
Una vez conocida su existencia los miembros de esta asociación de exiliados cubanos empezaron las gestiones, que han llegado a buen puerto con el apoyo del presidente guatemalteco, Jimmy Morales, y del ministro de Defensa de ese país, el general Luis Miguel Ralda Moreno, según señaló Rodríguez.
El titular del museo destacó también la intervención del senador por Florida Marco Rubio y del empresario y filántropo Dan Delmonico, éste último responsable del traslado del avión, que debió ser desarmado para su transporte vía marítima hasta el Puerto de Everglades, en Fort Lauderdale, desde donde fue llevado a la sede del museo.
“Hubo pilotos nuestros a los que se le aguaron los ojos cuando vieron que llegaban las partes”, señaló el titular del museo ubicado en el condado de Miami-Dade y que mantiene vivo el “legado de lucha constante contra la dictadura de los Castro”.
Rodríguez manifestó que con ayuda de voluntarios han empezado a armar el B-26 en la parte trasera de la institución y que esperan poder mostrarlo al público en un par de meses.
El brigadista manifestó que es un “sueño cumplido” tener el avión en ese museo que tributa a la Brigada de Asalto 2506, que fue derrotada por las fuerzas del régimen de Castro y cuyos miembros sobrevivientes tienen una edad media que pasa los 80 años.
“Si no hay este museo el legado se va a perder”, señaló Rodríguez.
La sede central de esta asociación se sitúa en el barrio de la Pequeña Habana, en una casa a la que se conoce como el Museo y Librería de la Brigada 2506, donde periódicamente se realizan reuniones, ruedas de prensa y conferencias.
Este museo opera con fondos del municipio de Hialeah Gardens, la ciudad del condado de Miami-Dade con mayor porcentaje de cubanos, y cuyo alcalde Yioset De La Cruz ha tenido un papel clave en la construcción y mantenimiento de la entidad, según dijo Rodríguez.
En el museo se exhibe diversos objetos y artefactos, entre ellos un fusil y un carro de combate modelo M-41 como el que utilizó esta fuerza en su fallida invasión.