El periodista comenzó a filmar “poco antes de las diez de la noche” desde una de las ventanas de su domicilio, en un segundo piso, tras comprender que algo grave estaba ocurriendo y que los ruidos que escuchaba no eran simples petardos, como creyó inicialmente, al igual que muchos vecinos del barrio.
Las imágenes muestran cómo huyen aterrorizadas algunas víctimas, más de una veintena, algunas arrastrando el cuerpo malherido de otras, mientras intentan esconderse y alejarse del lugar al tiempo que suenan disparos en la misma calle.
Justo ante esa puerta trasera del Bataclan hay al menos un herido grave que a penas puede moverse y tres personas están suspendidas de las ventanas del segundo y tercer piso de la fachada, en su intento de escapar a la atrocidad del atentado.
“Todo el mundo corría por todas partes”, explica Psenny, que mientras filma pregunta a gritos a la gente visiblemente desesperada “¿Qué pasa, qué pasa?”, antes de bajar a la calle a ayudarles.
Quizás arrastrando a un hombre herido al interior de su edificio él mismo recibió una bala que le atravesó el brazo izquierdo, “sin duda disparada desde una ventana”, explica Le Monde.
Les ayudaron unos vecinos del cuarto piso. El herido a quien trataba de ayudar era un estadounidense.
“Vomitaba, tenía frío, creímos que se iba a morir. Llamamos a los bomberos, pero no podían evacuarnos”, cuenta el periodista, socorrido junto con su huésped solo después de que la policía diese el asalto al Bataclan y liberase a los supervivientes y que agentes antidisturbios acudiesen a buscarles.
Hacia las 3 de la madrugada fue transportado a las urgencias de un hospital del distrito XV, donde esta mañana debía ser operado, precisa el rotativo, junto con una treintena de víctimas evacuadas también allí, precisa Le Monde.