Las autoridades estadounidenses indicaron que la probabilidad de que ocurran este tipo de ataques continuará a medida que integrantes del grupo Estado Islámico regresan desde Siria e Irak, y otros individuos no afiliados a grupos terroristas cometen por cuenta propia hechos de violencia.
Los extremistas han tenido como blanco eventos deportivos, teatros, mercados al aire libre y aeronaves.
El año pasado hubo múltiples atentados en Francia, Nigeria, Dinamarca, Líbano, Turquía y Mali.
El grupo Estado Islámico se adjudicó la responsabilidad de una bomba que derribó un avión de una aerolínea rusa en Egipto el 31 de octubre, hecho en el que murieron 224 personas.
“Los ciudadanos estadounidenses deberán mantenerse atentos cuando se encuentren en lugares públicos o usen transportes”, se afirma en la advertencia.
“Manténganse atentos de lo que los circunde y eviten estar en grandes multitudes o sitios atestados. Sean especialmente precavidos en la temporada de fiestas y en festivales o eventos durante éstas”.
El Departamento de Estado indicó que Estados Unidos está intercambiando información con sus aliados sobre amenazas del terrorismo internacional.
La advertencia para viajeros fue emitida el mismo día en que el primer ministro belga anunció que Bruselas permanecerá en el nivel de alerta más elevado al menos una semana más.
Las intensas medidas de seguridad tras los atentados del 13 de noviembre en París, Francia, en los que murieron 130 personas, prácticamente han paralizado a la capital de Bélgica.