“Lo que hace falta es que los empresarios empiecen a facilitar datos de facturación y de empleo generado”, aseguró Ayala.
El empresario explicó que la protección de los derechos de autor es el primer eslabón para el desarrollo de esta industria, porque la “médula de la actividad está basada precisamente en la actividad intelectual”.
se venden al mes en discos para grabar.
Según Ayala, el problema es que, en Guatemala, “no existe una cultura de protección ni respeto a los derechos de autor, porque todo se obtiene de manera gratuita, y para que tenga un valor económico “lo primero que hay que hacer es proteger la autoría intelectual”.
Agregó que aunque no se pueden calcular las pérdidas, solo en cinematografía nacional se estima que cada mes una de las cuatro grandes distribuidoras de discos para grabar vende a los productores piratas alrededor de Q150 mil en estos artículos.