La experta en microbiología alertó de una falta importante de desinfección en “zonas olvidadas” de las casas, como las bayetas y esponjas, los vasos donde se guardan los cepillos de dientes y las gomas de aparatos como la nevera o la cafetera.
“No es lo mismo tener una superficie limpia que una superficie descontaminada” , insistió, tras revelar que las bacterias que se han encontrado en las pantallas de los teléfonos inteligentes y tabletas son del mismo tipo que las que hay en bayetas y esponjas de la cocina.
“Esto es porque manipulamos muchos objetos a la vez” , explicó, “y no nos desinfectamos las manos debidamente” .
En este sentido, advirtió de la necesidad de extremar las medidas higiénicas en el contacto directo con mascotas, niños pequeños, mujeres embarazadas o personas que estén especialmente débiles por algún motivo.
Los juguetes, por ejemplo, son objetos de la casa que pocas personas limpian y que, sin embargo, contienen muchos gérmenes, porque los niños “llegan del parque y los tocan, o a veces incluso el perro o gato juega con ellos” .
Muniesa hizo una llamada a “tomar conciencia de que las actividades humanas no son las de los animales” , porque, según afirmó, muchas familias tratan a su mascota “como uno más” e incluso “le permiten sentarse en la trona del bebé o pasearse por el mármol de la cocina, donde después se van a manipular alimentos” .
La cocina es otro espacio lleno de gérmenes que no vemos, según el estudio: el interior de la nevera, el fregadero y los estropajos húmedos acumulan bacterias como “la salmonella, el campylobacter o la escherichia coli, que son los patógenos intestinales más comunes” .
Por ello, recomendó dejar los estropajos en remojo con desinfectante o secarlos en el microondas.
De hecho, Muniesa reveló que hasta el 20 % de las infecciones alimentarias se contraen en el hogar, y advirtió que las tablas que se usan para cortar alimentos deben desinfectarse con frecuencia, tras comprobar que la mayoría de los encuestados “deshuesan, por ejemplo, un pollo antes de cocinarlo y acto seguido cortan un tomate que se van a comer crudo en la misma superficie” .
En cuanto a las zonas húmedas, la investigadora bromeó con que son un “paraíso” para los gérmenes, puesto que es donde proliferan con más rapidez.
El moho en los baños, el desag e de la ducha, las toallas húmedas, los cepillos de dientes y el vaso que los contienen son “entornos perfectos” para el crecimiento de hongos y bacterias.
A pesar de la omnipresencia de gérmenes en el hogar, la doctora Muniesa aclaró que “preocuparse en exceso tampoco es bueno” , porque de lo contrario “estaríamos todo el día limpiando la casa” .
Simplemente, propuso tener “un poco más de cuidado” y “cambiar hábitos” que no representan un gran esfuerzo y que no obstante “pueden comportar un cambio significativo” .