Sarah Ward, líder del estudio, que fue publicado en la revista Personality and Individual Differences, explicó que desarrolló dos experimentos con más de cien participantes, la mayoría mujeres.
Tras someterse a un cuestionario acerca de su tendencia a confiar en la intuición, los voluntarios tuvieron que imaginar que habían actuado con poca moral en su entorno de trabajo, culpando de un error suyo a otro compañero. El mismo experimento se repitió con el grupo de control pero se cambió la conclusión, pues ellos tenían que imaginarse que habían asumido su fallo.
Antecedentes
Estudios anteriores habían planteado que tener un acto inmoral hace que las personas se sientan “sucias” y tiendan, por ejemplo, a pagar más por algo para sentirse mejor. “Si te sientes mal por una transgresión moral, es posible que tengas ganas de quitarte ese peso de encima, de limpiarte; nuestro estudio encontró que los participantes que eran más dependientes de la intuición estaban dispuestos a pagar más por el jabón de manos después de una supuesta transgresión moral”, comentó Ward.
Evidencia
En el segundo experimento, se pidió a los participantes que escribieran acerca de un momento en el que actuaron de forma inmoral. Luego tuvieron que realizar un test de inteligencia irresoluble.
La prueba tenía 10 preguntas y cada participante recibió un documento con las respuestas colocadas boca abajo en sus escritorios; también se les dijo que quien resolviera el cuestionario correctamente recibiría un billete de lotería (un incentivo para hacer trampa).
Los resultados revelaron que hasta un 23 por ciento hizo trampa en el examen.
“Nuestro segundo experimento mostró que las personas que tienden a confiar en sus instintos son menos propensas a ser infieles tras reflexionar sobre un momento en el que se comportaron de manera inmoral. Creemos que esto se debe a que la gente trata de compensar el mal comportamiento en el pasado al actuar moralmente en el presente, y que esta tendencia a tratar de compensar las acciones pasadas puede ser especialmente pronunciada entre las personas que confían en la intuición”, añadió Ward.
Qué es un déjà vu
- La teoría del déjà vu —ya visto, en francés—, o paramnesia, explica de una manera científica qué ocurre con esa sensación de que lo que se vive en determinado momento ya ha sucedido, e incluso se llega a predecir lo que continuará en los próximos segundos o minutos.
- La neurociencia ha tratado de argumentar esto. Al parecer una de las teorías más acertadas para explicar este fenómeno es que existe un fallo en el giro dentado, que se encuentra en el hipocampo, lo cual provoca que un acontecimiento se envíe a la memoria una fracción de segundo antes de ponerlo en la conciencia.
- También está la teoría de que el cerebro manda señales incorrectas a ciertas partes de este y se confunden como recuerdos del pasado en el instante donde se crea el momento. Neurólogos creen que esto ocurre cuando el cerebro se centra en un simple detalle, un olor, una visión o un sonido cuya familiaridad provoca la confusión entre el pasado y el presente durante una fracción de segundo.