El ladrón, de unos 40 años, tenía “buena apariencia” y “no llamó la atención”, según las fuentes. El hombre logró que se le abriera la puerta de entrada de la joyería sin problemas hacia las 10.00 GMT.
Sacó entonces una pistola, que no se sabe si era de verdad, y obligó a que le entregaran las joyas expuestas en cuatro vitrinas. Tras lo cual se dio a la fuga.
El botín podría alcanzar un millón de euros (US$1.1 millón), según los primeros elementos de la investigación.
“Hace falta un cierto aplomo y osadía” para “intentar y realizar tal golpe en estos momentos”, señalaron las fuentes policiales.