Algunos habitantes acusan a las fuerzas de seguridad de haber detenido el viernes recién pasado a todos los jóvenes con los que se encontraban y de haberlos asesinado, horas después de un ataque de la insurgencia a tres campamentos militares de la capital burundesa.
En Nyakabiga, un barrio rebelde del centro de Buyumbura, varios periodistas burundeses y testigos afirman haber visto 20 cadáveres de personas con impactos de bala, algunas de ellas muertas a bocajarro.
“La cabeza de algunos de estos jóvenes estalló completamente, en otros casos la bala entró por la parte superior del cráneo, (…), es un horror absoluto, quienes han cometido esto son criminales de guerra” , condenó un periodista burundés que quiere mantener el anonimato.
Según una mujer de Nyakabiga, los policías “fueron a su parcela, forzaron la puerta y se llevaron por la fuerza a todos los jóvenes que vivían en ella” .
En el barrio aledaño de Rohero II, cinco cadáveres de jóvenes yacían en uno de los principales cruces de carretera, según habitantes contactados por teléfono.
En Musaga, otro barrio disidente del sur de Buyumbura, “conté 14 cadáveres de jóvenes ejecutados esta noche por soldados y policías” , aseguró a la AFP un funcionario bajo anonimato, que acusa a los agentes de efectuar disparos al aire para impedirles acercarse a un sitio donde habría “muchos cadáveres” .
“La mayoría de los muertos son empleados domésticos o jóvenes cabezas de familia que estaban en sus casas, es una carnicería, no hay otra palabra” para describirlo, contó indignado un habitante de Nyakabiga que tampoco quiere revelar su identidad.
Todas las fuentes aseguran que la mayoría murieron a últimas horas del viernes y en la madrugada del sábado, bastante después del ataque a los campamentos militares y lejos de ellos.
Ningún responsable burundés hizo declaraciones al respecto este sábado por la mañana. El portavoz de las fuerzas armadas, coronel Gaspard Bratuza, explicó en un tuit que a lo largo de la jornada se difundirá “un balance definitivo” de las operaciones de ayer en Buyumbura.
Un portavoz militar anunció el viernes al menos 12 atacantes muertos y otros 20 capturados, en el ataque simultáneo a tres campamentos militares.
Un mando policial, que pidió el anonimato, aseguró a la AFP que las víctimas eran “insurgentes que disparaban a la policía y al ejército, (…), quienes respondieron para defenderse” . Añadió que el balance será muy superior a los 40 muertos.
“Hay decenas de cadáveres en otros barrios disidentes, como Mutakura y Cibitoke (en el norte de la capital), pero las autoridades están haciéndolos desaparecer” , según un diplomático europeo que pidió el anonimato.
Este sábado al mediodía, la Cruz Roja seguía sin autorización para acudir al lugar.
Mientras los barrios disidentes lloraban a los muertos, miles de simpatizantes del régimen celebraban “la victoria de los valientes soldados y policías contra el enemigo” en Buyumbura, durante una “marcha por la paz” en todas las capitales de provincia de Burundi a iniciativa del ministerio del Interior.
En Twitter, decenas de partidarios del presidente Pierre Nkurunziza afirmaron que “estos terroristas fueron tratados como tales” .
El viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó los ataques contra tres campamentos militares y pidió calma y diálogo político.
La violencia se ha relacionado con el polémico tercer mandato iniciado por el presidente, Pierre Nkurunziza.
Muchos ciudadanos de ese país y expertos internacionales se oponían a esa tercera legislatura por considerarla anticonstitucional y una violación de un acuerdo de paz.
El tratado puso fin a una guerra civil en la que murieron 300 mil personas entre 1993 y el 2006.
Al menos 240 personas han muerto desde abril en episodios violentos y unas 215 mil han huido a países vecinos, según Naciones Unidas. Varios centenares fueron encarcelados por oponerse a la reelección de Nkurunziza este año.