Álvaro Mayorga, director de la Asociación de Contratistas, explicó que los efectos negativos ocurren durante el proceso de construcción por el traslado de materiales, así como en la venta por la visita de clientes, quienes no se deciden por el tiempo que tardan en llegar.
Según Mayorga, hay terrenos cuya plusvalía se ha visto reducida o estancada porque el tránsito hace que otras opciones cercanas a los lugares de trabajo sean preferidas, como vivir en un apartamento en la Ciudad de Guatemala.
Amilcar Montejo, Intendente de la Policía Municipal de Tránsito de la Municipalidad de Guatemala, afirma que el alto afluente vehicular que se ha generado en las periferias de la ciudad se debe a que no existen planes de ordenamiento territorial en los municipios que circundan la capital.
Según Montejo, en la calzada Aguilar Batres ingresan del sur del país, cada día 78 mil vehículos.
Por el lado de la ruta Interamericana se está llegando a 70 mil carros; en la ruta al Atlántico, son alrededor de 60 mil y en carretera a El Salvador entre 55 mil y 60 mil.
Por su parte, Pablo Morales, director de la Policía Municipal de Tránsito de Santa Catarina Pinula, afirmó que se redujo la circulación del transporte escolar, pero la cantidad de carros particulares subió debido a la baja en los precios de los combustibles.
Áreas de mucha presencia vehicular como en carretera a El Salvador han reducido su atractivo para una compra-venta.
De acuerdo con el empresario, una solución sería desarrollar un eficiente sistema de transporte público que conecte a varios municipios. Además de construir nuevas vías de comunicación para disminuir el tiempo en las carreteras.
Ingreso a ciudad
Juan Carlos Salazar, de la firma consultora Urbop, dijo que “el mayor impacto ocurre en las entradas a la capital y el centro de la ciudad” mucho más de lo que se esperaba, a tal grado que este año la salida de los colegios no redujo el embotellamiento continuo.
“Todo el mundo se queja del tránsito, pero no se ha modificado ninguna conducta”, afirmó.
En opinión de Salazar, la sociedad guatemalteca tendrá que cambiar su comportamiento y usar menos el carro para caminar más o utilizar bicicletas.
Para Salazar, la solución sería tener mejor sistema de transporte público, así como un andamiaje legal para que los ciclistas y los peatones estén mejor protegidos de los carros.
Jorge Valdéz, gerente de mercadeo de la división de vivienda del grupo Spectrum, señaló que en general el comprador está tratando de migrar más hacia la ciudad para evitar las horas perdidas en las largas filas de vehículos.
En la capital hay variedad de precios de apartamentos, desde Q500 mil hasta Q2 millones para segmentos con ingresos de entre Q15 mil a Q30 mil.
Asimismo, para clientes con mayores requerimientos hay proyectos de entre Q2.5 millones y Q6 millones.
Se estima que en carretera a El Salvador hay alrededor de 18 proyectos nuevos —pequeños y medianos—, mientras que en San Lucas, Sacatepéquez, se ubican otros cinco.
En Villa Nueva y Amatitlán, también hay nuevas construcciones.
Las personas que viven en municipios cercanos a la capital usan en promedio tres horas para trasladarse cada día.
Según datos de la municipalidad de Santa Catarina Pinula, 70 mil carros pasan por día en carretera a El Salvador.
Se esperan filas de carros de entre 10 y 12 kilómetros de largo en las principales ingresos a la capital, durante el fin de año.
En enero próximo las autoridades de tránsito esperan que el flujo vehicular alcance niveles mayores.
Pérdidas
Manuel Salguero, consultor en bienes raíces, explicó que a medida que se pusieron de moda los condominios fuera de la ciudad, aumentó la demanda de ese tipo de vivienda.
Agrega que posteriormente, ante la afluencia de personas, muchos proyectos “se vinieron al suelo” porque la gente no aguantó el tránsito de varias horas por día y alquiló la casa, con lo que “se fue deprimiendo el sector y se perdió el factor de deseabilidad ante el descuido y abandono de los inmuebles”.