Las sanciones del comité de ética de la Fifa surgieron de las pesquisas financieras que comenzaron tras la sospechosa votación de 2010, cuando el comité ejecutivo eligió a los dos países al mismo tiempo.
Para Blatter, el fallo del lunes también tuvo una cuota de ironía. El mismo Blatter fue quien puso en marcha la investigación que finalmente terminó con su suspensión del organismo que dirigió durante 17 años.
Ante nuevas presiones y sospechas de corrupción en noviembre de 2014, Blatter radicó una querella ante las autoridades suizas, autorizándolas a recibir todos los documentos de una investigación secreta sobre las candidaturas y la votación para los mundiales, que según él nunca vio.
“Si tuviésemos algo que esconder, no estaríamos llevando esto ante la Oficina del Fiscal General… esto demuestra que la Fifa no se opone a la transparencia”, dijo Blatter en aquel momento con su usual bravuconería.
Se trata de una decisión que Blatter posiblemente lamenta, incluso si tenía poco control sobre una medida que ya había pedido el juez de ética de la Fifa, Hans-Joachim Eckert.
Cuando los fiscales empezaron a revisar las cerca de 900 páginas de evidencia recopilada por el fiscal estadounidense Michael García, su atención se enfocó en las cuentas bancarias de los votantes de 2010.
En mayo, el día que la policía de Zúrich arresto a varios dirigentes de la Fifa por pedido de las autoridades estadounidenses que investigan la corrupción en el futbol, las autoridades suizas también confiscaron evidencia en la sede del organismo rector. En ese momento, instituciones financieras suizas ya habían entregado documentos a la fiscalía, que empezaba a armar su caso contra los dirigentes.
Sospechas
Al congelarse cuentas bancarias, un programa especializado detectó un pago sospechoso de dos millones de francos suizos (dos millones de dólares) que Platini recibió de Blatter a principios de 2011.
“Cómo lo encontraron? Esto no es secreto, porque los bancos suizos están obligados a notificar a las autoridades suizas desde hace seis años por todos estos controles financieros, a través de una organización suiza llamada FINMA”, señaló Blatter el lunes al hablar sobre el descubrimiento de un pago que hasta hace poco era un secreto.
“Están obligados a informar si hay un pago alto a una cuenta personal. Así que en 2011, Michel Platini recibió en su cuenta personal dos millones francos de la Fifa, y ellos le dieron esta información a las autoridades suizas”, resumió.
Cuando estaba por terminar una reunión del comité ejecutivo en septiembre, los fiscales llegaron a la sede de la Fifa e interrogaron a Blatter y Platini sobre el pago. Blatter fue declarado sospechoso, y Platini fue considerado “entre testigo y acusado”.
La seriedad de las acusaciones obligó a la Fifa a suspender a dos de sus principales funcionarios —Platini es uno de sus vicepresidentes— y se inició una investigación de ética paralela al caso criminal.
El proceso de ética concluyó el lunes cuando los dos fueron suspendidos por ocho años por el pago. El juez declaró como “no creíble” su explicación de que la transacción fue para saldar una deuda salarial de más de nueve años por las labores de Platini como asesor de Blatter hasta 2002.
Humillado en sus últimos días como presidente de la Fifa, Blatter se cuestiona cómo hubiesen sido los cinco últimos años si la votación mundialista hubiese sido distinta.
El error
Según el suizo de 79 años, si no hubiese ganado Qatar, nadie hubiese investigado a la Fifa.
La idea de Blatter de llevar el Mundial a Rusia por primera vez fue aceptada por el comité ejecutivo, pero la gran sorpresa fue la decisión de otorgar el torneo de 2022 a Qatar, en vez de un país más grande y popular como Estados Unidos, que era la preferencia de Blatter. Platini fue uno de los que votó por la pequeña nación del Golfo Pérsico.
“Pueden imaginar si hubiese funcionado (otorgar los mundiales a Rusia y Estados Unidos)? No estaríamos aquí hoy”, dijo Blatter el lunes. “Pero no funcionó por varios motivos”, agregó.
Pero las consecuencias no han terminado. Además de la humillación de ser proscritos del deporte al que han dedicado sus vidas, Blatter y Platini todavía encaran pesquisas criminales de Suiza.