“Aunque la vida es dura, hay que vivir con alegría. Por eso todas las noches le ruego a Dios que me siga dando fuerza porque estas fechas son para compartir con los seres queridos”, comentó la anciana, que a pesar de padecer chikungunya con la llegada de la Navidad olvida por un momento la situación que le ha tocado vivir.
Ixpatá, quien vive sola, recuerda que su esposo falleció hace 15 años y meses después murió su hija, durante el parto.
Tiene un hijo que la ayuda, quien vive en la capital. Su medio para subsistir ha sido a través de la recolección de plantas que vende en el mercado local.
“Estoy feliz. Hace poco unos jóvenes y unas monjitas vinieron a reparar el techo de mi casa y mi cocina, pero la mayor satisfacción fue que estuvieron tres días seguidos en mi casita, había bulla y me contagiaron la alegría”, agregó.
Carencias
La pobreza de Jesusa se asemeja a la que afronta la familia de Juana García, en La Zeta, Chiantla, Huehuetenango, ella vive con sus cuatro hijos en una humilde vivienda de adobe, de dos metros de ancho por tres de largo. Debido a las carencias, no tiene servicio de energía eléctrica.
En el reducido espacio hay un comal para que Mariana, de 11 años, la mayor de los cuatro hermanos, pueda tortear.
Se contagian
Para ellos la Navidad es motivo de alegría, al escuchar los cohetes y ver en la lejanía las bombas pirotécnicas que explotan en el cielo, aunque reconocen que pasarán la fecha como un día normal.
“Nosotros no recibimos regalos, y ni siquiera sabemos si vamos a comer ese día. Si yo pudiera pedir algo a Santa Claus, le suplicaría una casa para mis hermanitos”, expresó Mariana.
La pequeña cuida a sus hermanos mientras su madre trabaja como empleada doméstica en Chuscaj, Chiantla, por Q200 al mes, el equivalente a Q6.66 diarios.
“El dinero que gana mi mamá alcanza para comprar maíz. Hoy solo almorzamos tortillas con limón”, comentó Mariana, quien mira con tristeza a sus hermanos, cuyos zapatos, de plástico, lucen rotos.
La inocencia de los hermanos García hace que su imaginación vuele y transforme desechos en juguetes. Tapones y botellas plásticas se han convertido en su mejor pasatiempo.
Situación precaria
El informe de la Encovi, publicado el 10 de diciembre último, señala que en el país viven 9.4 millones de personas en pobreza, y de estas, 3.7 afrontan extrema pobreza,
Alta Verapaz es el departamento que registra mayor número de personas en situaciones difíciles. El 83.1% está en la línea de pobreza, y el 53.6% en condiciones extremas. Sololá, con 80.9% de pobres y 39.9% en extrema pobreza.
Totonicapán es tercero, con el 75.5% de su población en pobreza y el 41.1% en grado extremo. Quiché es cuarto, con el 74.7% en pobreza y 41.8% en extrema pobreza.
Guatemala y Sacatepéquez son los departamentos que menor índice de pobreza registran. El primero, con 33.3% de pobres y el 5.4% en extrema pobreza; Sacatepéquez, con 41.1% y el 8.4%.
La Encovi detalla que los datos del estudio efectuado en el 2014 dejan claro que hubo aumento de pobreza en el país. En el 2006 se estableció que el 51.5% era pobre y 56.4% en el 2000.