Trump también se burló de Clinton por perder en las primarias demócratas del 2008 contra Barack Obama, utilizando una palabra derivada del yídish que se puede emplear como una vulgaridad con el significado de pene pero también puede interpretarse como golpe o humillación.
“El tono de esta campaña es deplorable, la retórica inflamatoria que está usando (Trump) divide a la gente y va contra colectivos de manera incendiaria”, aseguró Clinton en la entrevista.
Trump ha iniciado su ofensiva contra Clinton tras despacharse a gusto con mexicanos, musulmanes o rivales republicanos, después de que la exsecretaria de Estado dijera que los mensajes del magnate inmobiliario son utilizados como arma de reclutamiento yihadista.
Clinton se negó a contestar a los comentarios de Trump, quien dijo que era “asqueroso” que la aspirante demócrata tomara un respiro para ir al baño durante el debate televisado del pasado fin de semana.
“No voy a responder personalmente, porque él (Trump) se crece en este tipo de intercambios. Él es el que tiene que responder por lo que dice y asumir que los demás van a pedir explicaciones por su lenguaje”, indicó Clinton, quien confió que su comportamiento le pasará factura en su carrera por la Presidencia.
La candidata, que es favorita de las encuestas para las primarias demócratas del estado de Iowa, dijo que “no es la primera vez que (Trump) ha demostrado una afición por comentarios sexistas”, por lo que no se sorprende.