Los problemas estructurales de Guatemala son históricos y tienen como punto de partida la pobreza, marcadas desigualdades, falta de acceso a servicios básicos como la salud y la educación, así como una tasa alta de desnutrición crónica, entre otros asuntos que mantienen al país en el subdesarrollo.
Un periodo presidencial de cuatro años resulta insuficiente para acabar con estos ancestrales males; sin embargo, sí se puede, según explican expertos en materia de desarrollo, crear las bases mínimas que sostengan salir del subdesarrollo por medio de programas productivos y económicos.
Aunque la mayoría de las agrupaciones políticas que participan en esta contienda aseguraban que dentro de sus planes de gobierno tienen contemplado los ejes que permitirán crear fuentes de trabajo, algunos hasta mencionan la cantidad de plazas que abrirán, lo cierto es que nunca son contundentes en su respuesta de cómo lo harán y con qué recursos.
Entorno favorable
Independientemente de los proyectos que las organizaciones políticas aseguran que tienen contemplados en sus planes de gobierno, los pronósticos oficiales auguran buenas expectativas en el ámbito económico, pues este se mantendrá durante este año con un crecimiento positivo.
Muestra de ello es que para este año se calcula un crecimiento en el rango del 3 por ciento al 3.8, con un valor central de 3.4 por ciento. Mientras que para el 2020, el indicador será en la banda del 3 por ciento al 4, según se dio a conocer a conocer el pasado viernes en la reunión de la Comisión Técnica del Ministerio de Finanzas, que empezó con la discusión del proyecto del Presupuesto de Ingresos y Egresos 2020.
Los pronósticos también afirman que se registrará una inflación (alza generaliza de precios en la economía), la cual se mantendrá bajo control, y se proyecta recaudación tributaria de Q64 mil 835 millones, en el escenario bajo, y en el escenario alto de Q66 mil 335 millones.
Este escenario permitirá a la nueva administración de gobierno iniciar con un buen pie el mando, en términos económicos, aunque la turbulencia internacional -los precios internacionales del petróleo y los productos agrícolas que Guatemala despacha al exterior, entre otros factores- seguirán siendo un riesgo al aparato productivo.
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Los tres pilares
A la pregunta, ¿Cuáles son los tres pilares o las medidas urgentes que el próximo gobierno debe abordar en el tema económico?, las posiciones son diversas y enriquecedoras, según fuentes consultadas por Prensa Libre.
La mayoría considera que la inversión en infraestructura debe ser la prioridad número uno, dada las condiciones actuales de la red vial, tanto en tramos primarios, secundarios y terciarios.
Christian Nolck Rodríguez, presidente de la Asociación Guatemalteca de Instituciones de Seguros (Agis), dice que la “adecuación, construcción y mantenimiento de la infraestructura estratégica nacional. Los puertos, aeropuertos, carreteras y toda infraestructura que apoya a la actividad económica son fundamentales para un desarrollo económico ya que generan eficiencias significativas en el proceso de la cadena de valor de los productos exportados e importados”.
Juan Carlos Tefel, presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), considera que el nuevo gobierno no debe de invertir solo en infraestructura como carreteras, puertos y aeropuertos, sino que también en escuelas, hospitales, centros de salud, sistemas de riegos, agua y saneamiento, incluso hasta centros carcelarios y otro tipo de infraestructura que genere mayor actividad productiva.
El analista independiente Roberto Santiago Servent, agrega que, además, de la infraestructura, también es “clave” la conectividad para que la economía crezca y con ello desarrollar las diferentes zonas productivas del país. “Acercar a la persona con la oferta de sus productos, bienes y servicios al mercado. Eficientizar la logística (y sus costos), garantizar la libre competencia y el libre mercado para atraer inversión y promover proyectos de potencial crecimiento son indispensables”, enfatizó.
Inversión
La segunda prioridad que deben tomar en cuenta las nuevas autoridades, según los analistas consultados, es la atracción de inversión extranjera directa (IED) que es un flujo que inyecta a la economía de recursos frescos.
David Casasola, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), declaró que es necesario que Guatemala se posicione como un destino de inversión, pero para ello se deben concentrar esfuerzos en inversiones en actividades económicas que tengan un mayor potencial para generar empleo formal.
En el entendido que, para atraer esos capitales a un plazo inmediato, se necesita tener un paquete de beneficios que ofrecer.
Para ello, planteó como punto de partida tener afinado el funcionamiento de las Zonas de Desarrollo Económico Especial Públicas (ZDEEP). Una figura bajo la cual se pueden otorgar una serie de beneficios a la cual se le pueden agregar los controles necesarios para fiscalizar y cuantificar los beneficios que se generarán para el país.
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En el informe de competitividad global del 2017, más de la mitad de los empresarios guatemaltecos entrevistados reportaron que los principales problemas que limitan la inversión en el país son la criminalidad, la corrupción, la ineficiencia del gobierno y la falta de infraestructura pública.
Para Érick Coyoy, de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes), el tema de los impuestos es de los menos importantes, por lo que no es clara la efectividad de los incentivos fiscales para atraer inversión en tanto que no se superen los obstáculos principales.
Para el director ejecutivo, de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB), Enrique Lacs Palomo, para desarrollar la economía se necesitan medidas que estimulen la inversión y generen empleos, lo cual implica, entre otras, una política monetaria que pueda brindar más acceso al crédito a emprendedores, de bajo costo sin comprometer la resiliencia macroeconómica e implementar urgentemente un programa de facilitación de negocios.
Certeza jurídica
Desde el 2015, se han presentado las señales que no convencen a los tomadores de decisiones.
Tanto a nivel político y como en las resoluciones judiciales, no han favorecido al clima de negocios, sino más bien, se han generado condiciones de desconfianza en la economía.
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Lacs Palomo, destaca que la certeza jurídica y el cumplimiento de la legislación permitirán el desarrollo de las actividades económicas evitando los obstáculos y costos escondidos por incumplimiento de leyes o por su mala aplicación.
“Sin certeza jurídica, no hay inversión”, señala Tefel.
El presidente de Agis, Christian Nolck Rodríguez, recordó que un inversionista externo siempre está evaluando en dónde invertir, abrir una nueva operación de su empresa (la cual genera empleo, impuestos y riqueza para el país donde se establezca) y preferirá un lugar en donde no tenga esa incertidumbre o en el peor de los escenarios se ponga en riesgo su inversión y que se vea afectada repentina o abruptamente.
Los consultados resaltan que en este componente, es necesario hacer esfuerzos para mejorar la seguridad ciudadana, y las medidas para evitar actos delictivos, sobre todo en extorsión que está impactando a las micro y pequeñas empresas.
Esto se traduce en que el costo de operaciones para una empresa o para el ciudadano no se extralimite al punto que los asfixie en su producción.
Más reactivo
Los consultados, afirmaron que el nuevo gobierno deberá de ser propositivo en otras áreas que están encriptadas en el aparato productivo y que no se deben dejar al pendiente.
- Alejandro Ceballos, presidente de la Comisión de Vestuario y Textil (Vestex), dijo que se necesita fijar políticas salariales a largo plazo y en forma técnica, así como la reconsideración del impuesto sobre solidaridad (ISO).
- En esta estructura se destaca la importancia de mejorar el sistema educativo y brindar mejor formación y capacitación que pueda traducirse en productividad.
- El fomento de las pequeñas y medianas empresas, en asistencia técnica, gestión empresarial, instrumentos de financiamiento y compras públicas, ya que tienen una importancia en la generación de empleos.
- Reducir la tramitología, simplificar y agilizar los trámites en licencias de construcción o de otros proyectos productivos.
- También la ratificación del Convenio 175 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la contratación de personal por hora o tiempo parcial.
- Así como lanzar programas que faciliten la vinculación laboral de jóvenes, bajo un enfoque estratégico, es decir por áreas geográficas a desarrollar y el tipo de actividad productiva que tienen un gran potencial.
Finalmente, que se retome el funcionamiento del Gabinete Económico para que sean prioridades, asegurar coherencia y coordinación en las acciones de cada una de las instituciones, que permitan retomar la confianza y alivien económica de muchos hogares que la experimentan.
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