La embajada de Estados Unidos “recibió informaciones relativas a posibles amenazas contra occidentales en el barrio de Sanlitun”, sede de numerosas embajadas y de galerías comerciales, con una vida nocturna muy apreciada por los extranjeros.
La embajada del Reino Unido también aseguró haber “recibido informaciones” del mismo tipo y lanzó un llamado similar a la “vigilancia”.
Ninguna precisión pudo obtenerse sobre las amenazas, pero este tipo de advertencia es inusual en Pekín, una metrópolis donde las autoridades comunistas mantienen un muy alto nivel de seguridad.
Aunque las autoridades no hicieron ningún comentario oficial, sí puso en marcha una “alerta amarilla” –tres niveles por debajo de la alerta máxima — según un anuncio del Departamento de policía china.
Esta alerta, que se prolongará hasta fin de año, se debe oficialmente al incremento de actividades comerciales y de diversión durante las próximas fiestas.