Escenario

Dirty Grandpa, la vuelta de Robert De Niro a la comedia

El comienzo del año es el momento propicio para volver al cine más desenfadado y Dirty Grandpa es una de esas comedias que suelen atraer al público en busca de un momento de risas y entretenimiento.

Cuenta con todos los elementos necesarios para eso, un guión previsible e “in crescendo” y un reparto muy atractivo marcado por la presencia de un clásico como Robert De Niro y un joven ya establecido como Zac Efron. Juntos forman una pareja divertida, la de un nieto y un abuelo que emprenden uno de los viajes más memorables de sus vidas.

El viaje llega poco después de la muerte de la abuela, lo que deja al personaje de De Niro libre y listo para relajarse y divertirse. En cuanto al nieto, también es una ocasión propicia para desbocarse pocos días antes de casarse con Shadia, el personaje que interpreta Zoey Deustch.

Pese al luto que se supone que debe guardarle a la muerte de su mujer, el abuelo no parece dispuesto a perder ni un minuto de su tiempo y decide acercarse de nuevo a las mujeres. Lo curioso es que lo hace junto a su nieto, un chico apuesto con el que acaba en Daytona Beach, Florida, quintaesencia del llamado spring break estadounidense legendario por los excesos de los estudiantes.

De nuevo vuelve a ser tema para una comedia estadounidense que se recrea en una cultura plagada de fiesta desenfrenada, sexo sin control y droga, un ambiente en el que Efron brilla con todas las de la ley y mostrando varias partes de su cuerpo en pantalla, y en el que De Niro parece un poco fuera de lugar.

Por supuesto que ahí está la gracia de la película: el hecho de que una leyenda como el actor de origen italiano esté dispuesto a meterse en semejante papel. Y obviamente lo resuelve sin problemas, apelando a su repertorio para hacer de “viejo verde” que consigue seducir a las chicas y volverse a sentir joven pasados los 60, lo que no siempre es sencillo.

Abundan las escenas de De Niro coqueteando con jovencitas e incluso las de cama, aunque el verdadero trasfondo de la película es la relación profunda que se establece entre el nieto y el abuelo, los consejos que le da sobre la conveniencia o no de casarse.

El cine a los 72 años

Se trata de una continuación de esta nueva etapa en la que se ha instalado De Niro, reacio a dejar de actuar pese a sus 72 años de edad y aún un recurso importante para Hollywood. Aunque sus papeles más importantes llegaron en roles como Taxi Driver, The Deer Hunter o la saga de The Godfather, el actor nacido en Manhattan se fue instalando poco a poco en el ámbito de las comedias al alcanzar la madurez a partir del giro que representó en su carrera Meet the Parents, en el 2000.

También ha hecho películas curiosas como Analyze This junto a Billy Crystal o Machete, la comedia de ámbito grotesco de Robert Rodríguez. Curiosamente fue dentro de esa misma etapa cuando volvió a estar entre los elegidos para un Óscar, esta vez de la mano de David O. Russell con Silver Linings Playbook, haciendo del padre de un personaje con muchos desequilibrios psicológicos.

De Niro estuvo nominado como mejor actor secundario, pero no se llevó el triunfo. Ahora ha vuelto a repetir con el mismo director y el mismo reparto en Joy, aunque sus probabilidades de premios son más bien escasas.

Con estas cintas como la que ahora se estrena a principios de año, De Niro sigue dejando patente su gusto por el séptimo arte y su resistencia como un poderoso reclamo para distintas generaciones.

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