Los niveles de precisión de los ordenadores gracias a la inteligencia artificial a la hora de identificar rostros son ya casi iguales a los del ojo humano, pero en breve podrían superar los del hombre, dice este joven israelí, actualmente socio de un fondo de inversión dotado con US$164,6 millones para proyectos de capital riesgo.
Shochat explica que el escollo para que la identificación de imágenes robotizadas no tenga ya una precisión del cien por cien, por encima de la del hombre, cuya efectividad está en torno al 98 por ciento, no es técnico, dado que los algoritmos estarían resueltos, sino por falta de imágenes suficientes en 3D, todavía muy escasas.
La tecnología de reconocimiento facial funciona a partir de comparaciones entre los atributos de la cara de la persona que se quiere identificar y los de millones de individuos con características similares contenidas en una enorme base de datos.
Cuanto mayor sea el volumen de información disponible, mayor será la precisión del sistema a la hora de reconocer las caras, detalla.
Dado que las cámaras 3D son todavía excesivamente caras, las imágenes en tres dimensiones hasta el momento accesibles son escasas, algo que previsiblemente cambiará según pase el tiempo, afirma este experto informático.
Video de Brit Lab en el que se explica cómo funciona el reconocimiento facial
Shochat ha creado varias start up (empresas tecnológicas nuevas y con posibilidades de crecimiento) de éxito antes de la venta de face.com.
El uso de imágenes de rostros en 3D para identificación masiva facial será “un hito” tecnológico, añade. Sus aplicaciones podrían extenderse a áreas como la seguridad, para el reconocimiento automático de criminales o delincuentes, a partir de la comparación de imágenes.
Avances
La clave del gran avance en los últimos años de este tipo de tecnologías inspiradas en el uso de inteligencia artificial se debe al impulso del llamado “aprendizaje profundo” y la capacidad de los ordenadores de aprender por sí mismos, siguiendo modelos de redes neuronales.
El emprendedor destaca que se está produciendo un auténtico “movimiento tectónico” en este ámbito, con capacidades por parte de las máquinas cada vez más cercanas a las de los humanos.
De hecho, recuerda, las máquinas ya crean producciones con tintes de creatividad, como piezas de música con una calidad comparable a la de obras de los mejores artistas.
En los próximos años, gracias a la inteligencia artificial, la industria publicitaria será capaz de ajustar “a la carta” los mensajes a la hora de dirigirlos a sus potenciales clientes y saber con mayor precisión y antelación qué necesitan o quieren.
De hecho, las máquinas ya interpretan incluso radiografías mejor que algunos médicos a la hora de diagnosticar enfermedades como el cáncer, y también los ordenadores son capaces de detectar errores en procesos industriales que permiten adelantarse a posibles problemas de fabricación y evitar costes futuros.