El video muestra al sacerdote en una sotana blanca, deslizándose entre los bancos de la iglesia sobre la patineta eléctrica de dos ruedas —llamada también hoverboard— mientras canta un villancico. Algunos miembros de la sorprendida congregación aplauden mientras cuando gira y retrocede.
Esto sucedió poco antes de la bendición final en la misa de la iglesia en la ciudad de Binan.
El incidente “estuvo mal” y el sacerdote “estará fuera de la parroquia y se tomará algo de tiempo para reflexionar en este suceso”, indicó la arquidiócesis.
La Diócesis de San Pablo, en la provincia de Laguna, declaró en un comunicado ayer que el cura “estará un tiempo fuera de la parroquia (Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa) y querría disculparse por lo sucedido”, según el portal Phil Star.
“No se trata de una celebración personal donde uno caprichosamente lleva algo para llamar la atención de las personas”, agregó la institución.
“Se le fue de las manos”, reconoció el secretario ejecutivo de la Comisión de Asuntos Públicos de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP, sigla en inglés), Jerome Secillano, en referencia al incidente ocurrido en la localidad de Briñan.
“Puedes innovar, puedes ser creativo, pero tu creatividad e innovación tienen sus límites. Este tipo de ejemplos ya han generado alboroto entre el público, por lo que su obispo debe hablar con él”, añadió.
El sacerdote no ha sido localizado para comentar al respecto.