La Sala Electoral del TSJ recibió el martes recursos interpuestos por el partido oficialista (PSUV) contra ocho diputados opositores electos en los comicios del 6 de diciembre, lo cual amenaza la mayoría calificada que obtuvo la MUD, 112 de los 167 escaños que conforman la Asamblea.
Aunque sin referirse directamente a los recursos de impugnación, el presidente Nicolás Maduro afirmó este martes que está en marcha una investigación sobre presuntas irregularidades en las elecciones, como “compra de votos” y “control de miembros de mesa”, que según él fueron parte de un supuesto “plan” de la oposición.
“La irresponsable conducta del oficialismo coloca al país entero al filo del desastre, el cual tendría graves consecuencias para toda la región”, subraya la carta.
La carta está dirigida a Ban Ki-moon, Secretario general de la ONU; Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores; Luis Almagro, secretario general de la OEA; el mandatario paraguayo Horacio Cartes, presidente pro témpore del Mercosur; y el expresidente colombiano Ernesto Samper, secretario de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
La MUD les pide a los remitentes que activen “mecanismos que a su alcance estén para lograr que la democrática y pacífica voluntad de cambio del pueblo venezolano sea respetada”.
Según la oposición, el oficialismo utiliza el “poder judicial colonizado por el partido de gobierno”, que —señala Torrealba— admite los recursos de impugnación “incumpliendo lapsos, violentando instancias, poniendo a decidir a magistrados que son al mismo tiempo juez y parte”.
En su carta, la MUD afirmó que logró un “triunfo inobjetable” a pesar de “muchísimas dificultades” en un “proceso electoral plagado de ventajismo, violencia y otras irregularidades, teniendo a dirigentes opositores presos y a candidatos opositores inhabilitados”.
Durante casi 17 años de gobierno chavista, el parlamento venezolano estuvo bajo control del oficialismo.