Luego de esas declaraciones “que son una mezcla de ceguera y estupidez política, Israel decidió cerrar sus puertas para las visitas oficiales suecas”, afirmó la ministra adjunta de Relaciones exteriores Tzipi Hotovely, cuyas declaraciones fueron difundidas por la radio pública.
Las declaraciones, que parecen incluir todos los viajes oficiales suecos, causaron reacciones al interior del gobierno israelí.
Interrogado por la AFP, un portavoz del ministerio de Relaciones exteriores precisó que solo Margot Wallström “no es la bienvenida en Israel, pero que los otros funcionarios oficiales suecos no están incluidos y son bienvenidos”.
Las declaraciones de la señora Hotovely fueron consideradas “exageradas” por el primer ministro Benjamin Netanyahu, según la prensa israelí.
Desde que asumió su cargo en octubre del 2014 y tras el anuncio casi inmediato de que Suecia reconocía al estado palestino, Wallström ha irritado a la diplomacia israelí.
La señora Hotovely pertenece a una nueva generación de miembros posicionados muy a la derecha del Likoud, el partido de Netanyahu, que rechazan la creación de un Estado palestino y defienden la idea de un “gran Israel” que incluya tanto a Israel como a los Territorios Palestinos.