Los hombres, localizados en las cercanías del poblado de Arcelia, muestran en sus pies lesiones que indican que caminaron durante días.
Tras ser localizados, fueron trasladados ante un fiscal investigador para presentar su denuncia de los hechos.
Según las autoridades, 16 de los hombres fueron secuestrados el pasado sábado por un comando que los atacó cuando en una caravana de vehículos se dirigían desde Arcelia a una boda.
Durante el violento asalto, otros dos hombres murieron y dos autos fueron incendiados. Las mujeres y niños que viajaban en la caravana fueron dejados en libertad.
Las otras cinco víctimas son maestros que el pasado lunes fueron sacados violentamente por hombres armados de una escuela de Ajuchitlán del Progreso.
Según Astudillo, “no se pidió rescate” por los 21 hombres, aunque según medios locales familiares habrían denunciado días atrás que recibieron mensajes exigiendo fuertes cantidades de dinero.
En la zona de los secuestros fueron movilizados efectivos del Ejército y la policía federal, lo que según el gobernador pudo influir en que los captores liberarán a los 21 hombres.
Los delincuentes, según testigos de la caravana, se identificaron como miembros “de un grupo (delincuencial) nuevo” y dijeron que se llevaban a los hombres por considerarlos integrantes de un cartel de la zona.
Pero el alcalde de Areclia, Adolfo Torales, que aseguró conocer a todos los plagiados, rechazó rotundamente esa acusación al asegurar que “son gente trabajadora, gente humilde que todos los días tiene que salir a trabajar” .
Guerrero, uno de los estados más pobres de México, es la región en la que desaparecieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014.
Con uno de los índices más altos de homicidios y secuestros, ese estado vive en los últimos meses una escalada de violencia en las zonas montañosas donde se cultiva la amapola, se hace el acopio de la goma de opio y se trafica la cocaína proveniente de sus costas del Pacífico.