Su padre, Paul Worthington, de 47 años, fue arrestado ese día e interrogado bajo la sospecha de agresión sexual, pero nunca fue acusado de ningún cargo tras negar haber abusado de su hija.
El juez de familia Peter Jackson, del tribunal de Liverpool (noroeste de Inglaterra), dictaminó hoy que Worthington, con toda probabilidad, llevó a cabo “una agresión de penetración en Poppi”.
Este caso ha sido tratado por la Justicia con la mayor de las reservas a fin de no perjudicar ningún procedimiento criminal, destacan los medios británicos.
El magistrado llegó a su conclusión tras evaluar las investigaciones médicas y forenses en torno al caso, que no obtuvieron una conclusión definitiva sobre las causas de la muerte.
El juez criticó las pesquisas porque muchas pruebas forenses, como ropa y objetos de la vivienda de la niña, no fueron conservadas para su análisis.
La Policía de Cumbria, al noroeste de Inglaterra, deberá pronunciarse ahora sobre la conclusión del juez a fin de establecer qué medidas tomará contra el padre de la niña.
El 12 de diciembre de 2012, Poppi se despertó llorando a las 05.45 de la mañana, según su padre, y al ser hospitalizada tenía una fractura en una pierna y heridas graves sospechosas en la región del ano, según detalles del caso, que ha causado una gran conmoción.