En octubre de 1989 varios prisioneros políticos ya habían sido liberados. La liberación de Mandela, programada para febrero de ese año, ya era un comentario en boca de toda Sudáfrica, lo cual fue atizado por la radio y varios periódicos locales.
Mandela, entonces de 71 años, había rechazado en varias oportunidades las ofertas de libertad, y advirtió que la violencia no se detendría solo con palabras, sino que hacían falta hechos concretos, como el acceso para la población negra de muchos servicios reservados a la minoría blanca.
El entonces presidente sudafricano Frederik de Klerk anunció que pondría en práctica medidas para atajar el enfrentamiento racial que ya había desangrado a Sudáfrica, una nación dividida profundamente entre blancos y negros.
Durante la década de los años 1980, el aumento de la violencia racial y el desarrollo de la sociedad global catalizaron el crecimiento del número de protestas en contra del régimen sudafricano con el nombre de Mandela como estandarte.
El gobierno, ante la presión interna e internacional, decidió poner en libertad a Mandela el 11 de febrero de 1990. Tres meses después de su liberación fue elegido para liderar el Consejo Nacional Africano, y desde su puesto luchó por la democracia, consiguiendo que en 1994 se celebrasen las primeras elecciones democráticas de la historia de Sudáfrica con él como vencedor, convirtiéndose así en el primer presidente negro de Sudáfrica.
Mandela falleció el 5 de diciembre de 2013 en Johannesburgo (República de Sudáfrica. Su paso por esa nación dejó una profunda huella en cuanto a derechos civiles y raciales.
Qué es el apartheid
El apartheid1 fue el sistema de segregación racial en Sudáfrica y Namibia, entonces parte de Sudáfrica, en vigor hasta 1992. Fue llamado así porque significa ‘separación’ en afrikáans, lengua germánica derivada del neerlandés hablada principalmente en Sudáfrica y Namibia.
Básicamente, este sistema consistía en la creación de lugares separados, tanto habitacionales como de estudio o de recreo, para los diferentes grupos raciales, en el poder exclusivo de la raza blanca para ejercer el voto y en la prohibición de matrimonios o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros.
Su propósito era conservar el poder para la minoría blanca, 21% de la población, que en otras condiciones habría perdido su posición de privilegio. Estuvo en vigor hasta los años 1990, siendo en 1992 la última vez en que sólo votaron plenamente los blancos. Antes de la victoria del partido Nacional en 1948, los negros podían votar pero con muchas restricciones.
En teoría, el sistema consistía básicamente en la división de los diferentes grupos raciales para promover el “desarrollo”. Todo este movimiento estaba dirigido por la raza blanca, que instauró todo tipo de leyes que cubrían, en general, aspectos sociales. Se hacía una clasificación racial de acuerdo a la apariencia, a la aceptación social o a la ascendencia. Este nuevo sistema produjo revoluciones y resistencias por parte de los ciudadanos no blancos del país.