Los cinco cuerpos recuperados el miércoles, todos hombres, llegaron a una playa del Estado de Johor (sur), donde las 13 primeras víctimas habían sido descubiertas la víspera.
Los ocupantes de esta embarcación “intentaban entrar ilegalmente en Malasia”, añadió Rahmat, quien estimó que el resto de migrantes podría haberse ahogado o escondido en la jungla próxima, “a la espera de que los traficantes de seres humanos los lleven a un destino seguro”.
El barco podría haber zarpado de la isla indonesia de Batam rumbo el Estado de Johor, que comparte con Indonesia una frontera marítima próxima.
Malasia, la tercera economía del sudeste de Asia y un país relativamente rico, atrae a los trabajadores migrantes de los países pobres vecinos como Indonesia, Bangladés y Birmania.
Según algunas estimaciones, el país acoge a dos millones de inmigrantes irregulares.
Los naufragios son frecuentes porque miles de personas intentan llegar a Malasia en embarcaciones frágiles para intentar encontrar un trabajo en la construcción, la industria o las plantaciones.