Montúfar Codoñer reside desde hace tres años en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, Argentina, donde es el astrofotógrafo del Planetario de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas.
Su trabajo es cada vez más reconocido entre las instituciones científicas, como la Agencia Espacial Estadounidense (Nasa), que le publicado varias de sus imágenes en su portal.
De visita en el país, Montúfar Codoñer comparte su pasión por esta profesión, de la que es autodidacta.
Astrónomo
Su madre Ingrid Codoñer cuenta que cuando era pequeño uno de los primeros juguetes que pidió fue un telescopio.
En el 2012 se matriculó en el Diplomado en Astronomía en la Universidad Galileo, lo cual combinó con su empleo de ejecutivo en un centro de llamadas.
Un evento como el tránsito de Venus en junio del 2012, sin embargo, cambió el curso de su vida.
“La oportunidad de compartir con un grupo de científicos terminó por decidirme a abrazar la Astronomía”, cuenta Montúfar Codoñer.
A finales de ese año renunció a su trabajo y viajó a la Argentina en el 2013, para estudiar esta carrera.
Actualmente cursa el segundo año de Astronomía en la Universidad Nacional de La Plata, en el país del sur. Además, continúa investigando nuevas técnicas para explotar al máximo las posibilidades con la cámara.
“Los paisajes son nocturnos. Gracias a las técnicas de la luz y el tiempo de exposición, se obtienen momentos que el ojo humano no puede captar”, explica.
En esta especialidad hay tres categorías claves: la primera es la de cielo profundo, que retrata un objeto a gran distancia con telescopio, como nebulosas y galaxias lejanas.
La segunda, la planetaria, la que fotografía la Luna y los planetas. Y por último, los elementos de la Tierra y el espacio, de campo amplio, que permite la interacción de los objetos entre sí y que son captados con lente gran angular.
Portafolio
Montúfar guarda en su memoria las primeras imágenes que captó de la Luna y el Sol con la ayuda de un telescopio y un Iphone. Hoy trabaja con una cámara Sony A 7.
Recuerda que la serie sobre la Luna Nueva desde distintas latitudes de América (2013), dio la vuelta al mundo. Lo mismo sucedió con la Vía Láctea (2013) y más recientemente, las del Templo I de Tikal bajo el cielo estrellado.
En la actualidad explora nuevas posibilidades. Una de estas la llama “sensaciones sumergibles”, con la cual busca proyectar imágenes planetarias de 360 grados, para que los espectadores vivan la sensación de estar en el espacio. Esta experiencia también se intenta trasladar en formato audiovisual.
Publicaciones especializadas en este tema, entre ellas la de la Nasa, la revista Sky & Telescope y el sitio Space.com seleccionaron dos de sus fotografías dentro de las mejores del 2015.
Una imagen memorable fue captada desde la cumbre del volcán Santa María en Guatemala. Mientras sus compañeros dormían, Sergio prefirió soportar vientos de hasta 60 kilómetros por hora y frío extremo para inmortalizar el momento. “Canto, bailo, hago payasadas. Estoy feliz y no lo siento. Estoy en un estado emocional óptimo”, concluye.
Astrofotógrafo oficial del Planetario de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
Embajador Latinoamericano de Photo Nightscape Awards (Pna) en Francia.
Diplomado en Astronomía, Universidad Galileo en Guatemala (2012).
Fundador de los grupos Astrocampo Guatemalteco y Astrocampo Latinoamericano en Facebook que reúne a los mejores paisajistas astrofotográficos.
