La OMS cree que la disminución de la estas escenas reducirá no solo el inicio del hábito, sino también las enfermedades y mortalidad relacionadas con este.
“Está comprobado que la exposición a escenas donde se fuma influye en la toma de decisión y que la no exposición reduce el consumo. Asimismo, las películas se ven en todo el mundo, con lo que su influencia es global”, afirmó en conferencia de prensa Armando Peruga, experto de la OMS.
Estudios elaborados en Estados Unidos han demostrado que el 37 por ciento de los adolescentes que comenzaron a fumar lo hicieron incitados por lo que vieron en la pantalla.
Según los Centros de Control y Prevención de Estados Unidos, la exposición a escenas donde se fuma incitó a 6 millones de adolescentes estadounidenses a fumar en el 2014 y que de ellos, dos millones morirán en el futuro por causas relacionadas con el consumo de tabaco.
En el 2014 se detectaron escenas donde se fuma en un 44 por ciento de todos los filmes de Hollywood, y en un 36 por ciento de las películas calificadas “para todos los públicos”.
En ese mismo año, el gobierno federal estadounidense estimó que si se calificara a los filmes con escenas con tabaco como películas para adultos se reduciría el índice de fumadores adolescentes en una quinta parte, y se evitarían 1 millón de muertes relacionadas con el tabaco.
El problema, obviamente, no es solo estadounidense dado que se ha detectado la presencia constante del tabaco en películas europeas (Alemania, Gran Bretaña, Holanda, Islandia, Italia, Polonia) así como en México y Argentina, recuerda el informe.
Nueve de cada diez películas en Argentina e Islandia contienen escenas con tabaco, incluidas las calificadas para menores, según el texto.
Cabe a los gobiernos determinar la certificación en función de su propia legislación y de lo que considere apropiado, aunque Peruga asumió que también hay que trabajar con la industria directamente porque en algunos países como en Estados Unidos, son las propias productoras las que se dan la calificación.
Pero no solo el cine está afectado por este fenómeno, sino que se ha detectado, especialmente en estudios en Gran Bretaña, la incidencia del tabaco en las series de televisión.
La OMS recuerda que los 180 países firmantes de la Convención Marco sobre Control del Tabaco están obligados a prohibir todo tipo de publicidad, promoción y patrocinio con tabaco.
Por ello, otra de las recomendaciones del informe es incitar a los productores a incluir en los créditos de las películas la mención de que ninguna tabacalera les ha pagado por incluir escenas donde se fuma y que estas se deben solo a una decisión creativa. “El principio es el mismo que con la mención de que no se ha maltratado animales en la cita”, ejemplificó Peruga.
Asimismo, se solicita que si hay escenas donde se fuma, haya advertencias que así lo indiquen en todos los canales de distribución como cines, televisión o internet. Otra recomendación es que no se muestren vallas publicitarias o escenas donde se fuma en lugares prohibidos por la ley.
Estudios elaborados en Estados Unidos han demostrado que el 37 por ciento de los adolescentes que comenzaron a fumar lo hicieron incitados por lo que vieron en la pantalla.
“Si en un país no se fuma en los restaurantes, las películas tampoco deberían mostrar escenas donde esto ocurra”, explicó el experto.
Peruga opinó que obviamente, y por coherencia, las primeras películas que deben evitar mostrar escenas con tabaco son aquellas subvencionadas con dinero público.