El coautor del estudio, Jun Young Chung, subrayó que, a pesar de que no todos los cerebros humanos son iguales, sí que deben serlo “las dobleces para gozar de una buena salud”.
“Nuestro estudio muestra que, si una parte del cerebro o si la geometría que lo caracteriza no se desarrollan de forma correcta, podríamos no tener en el lugar correcto los pliegues y eso causaría transtornos” , apuntó.
Ayudados por investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), los científicos señalan que lograron un modelo que supera las expectativas, pues los pliegues de gel son similares en tamaño, forma y orientación a los que se pueden ver en los cerebros de embriones.
Chung remarcó que la geometría en el cerebro resulta de gran importancia, al permitir que los pliegues se desarrollen en la orientación adecuada y así se eviten problemas o enfermedades.
Si bien las dobleces más pequeñas no se encuentran en esta estructura 3D, el modelo se puede reproducir para profundizar en investigaciones al presentar una escala y curvatura casi idéntica a la de un cerebro real.
El proceso por el que se originan los pliegues en el cerebro se conoce como girificación y empieza durante la vigésima semana de gestación y se completa al año y medio de nacer.
Durante este periodo de tiempo, la corteza cerebral se almacena en pequeñas cavidades con el objetivo de reducir la longitud de las conexiones neuronales.