Los afectados molestos caminaron a un tramo carretero e instalaron piedras y troncos para impedir la circulación de vehículos, y aseguraron que no se moverían del lugar hasta que alguna autoridad llegue para entablar un diálogo.
La medida de los vecinos comunitarios causó que cientos de vehículos, que se dirigían a la frontera con Mexico y cabecera departamental, se encuentren varados.
Representantes de la Procuraduría de los Derechos Humanos y agentes de la Policía Nacional Civil se hicieron presentes al lugar para entablar un diálogo con los inconformes, y se acordó que el próximo lunes se reunirán con autoridades municipales y del Consejo Nacional de Áreas Protegidas, en San Benito.