Merkel debía tener hambre, porque la comida de trabajo informal de los líderes europeos se fue retrasando todo el día hasta las 20 hora local.
La culpa fueron las intensas negociaciones para ofrecer al primer ministro británico David Cameron un acuerdo para que el Reino Unido no se vaya del bloque.
“No habíamos comido en todo el día”, dijo la fuente diplomática alemana. “La canciller no quería tampoco comer demasiado” porque la cena de trabajo estaba pendiente.
Chancellor #Merkel tasting Belgian frites a few minutes ago.. #UKinEU #EUCO #Brexit pic.twitter.com/stz91NOLbJ
— Efi Koutsokosta (@Efkouts) February 19, 2016