El elegante traje la acompañó a la fiesta de Vanity Fair, y todo iba bien, hasta que a Selena Gómez se le antojó una hamburguesa.
La joven cantante no tomó en cuenta que cuando se lleva un vestido ceñido al cuerpo, como le quedaba el Louis Vuitton, hay que ser muy cuidadoso con lo que se come, pues las costuras de la prenda pueden ceder y, ¡upss!, se corre el riesgo de mostrar la barriga.
Gómez relató el incidente en Instagram. Este fue su mensaje: “Gracias a Mark Seliger y a Vanity Fair por la imagen y a Nicolas Ghesquiere y a Louis Vuitton por cuidarme siempre. Los quiero –rasgué mi vestido justo después de esta imagen. Culpo a IN-N-Out”. La estrella hacía referencia a una cadena de comida rápida estadounidense.