En la misma cautelar, Mendes determinó que todos los procesos contra Lula por lavado de dinero y falsificación tienen que permanecer en las manos del juez Sergio Moro, titular del decimotercer juzgado federal de Curitiba y responsable de la investigación por las corruptelas en Petrobras.
Tormenta política
Lula es investigado por presunta ocultación de bienes, en el caso del escándalo de corrupción de Petrobras. Su entrada al Gobierno le otorga fueros especiales, que son tratados por la corte suprema, evitándole comparecer ante el juez Sergio Moro, que lleva la causa sobre la petrolera estatal.
Lula fue nombrado jefe del gabinete en un momento en que Rousseff dice necesitarlo más que nunca para enfrentar los embates de un proceso de destitución, que ya comenzó en el Congreso.
Pero la crisis arreció el miércoles cuando Moro liberó el audio de una conversación interceptada entre Lula y Rousseff, en la que la mandataria le informaba que le enviaba el decreto de su nombramiento para que pueda “usarlo en caso de necesidad” .
Investigadores estiman que la presidenta quería proteger a Lula de una eventual orden de prisión.