Más temprano, la fiscalía había informado que 41 de los 180 policías de Papantla se encontraban acuartelados por este crimen. Poco después, un juez expidió la órden de formal prisión contra siete de ellos.
Aunque los siete uniformados se negaron a declarar, “el caudal de pruebas recabadas en la investigación, como prácticas periciales a las patrullas (…) criminalística de campo, diferentes entrevistas y los testimonios aportados por testigos oculares” , hacen suponer a las autoridades que estos policías subieron a los jóvenes desaparecidos en sus patrullas, indicó la fiscalía.
En tanto, los otros 34 uniformados siguen siendo investigados por la desaparición de Jesús Alan Ticante Olmedo (24 años) , Luis Humberto Morales Santiago (19 años) y Uriel Pérez Cruz (18 años) .
Las autoridades locales y elementos del Ejército acudieron esta mañana a Papantla para detener a los policías municipales de esta localidad del norte de Veracruz, en la que se enfrentan el cártel del Golfo y sus acérrimos rivales los Zetas.
Según las primeras investigaciones, los jóvenes desaparecieron el 19 de marzo pasado en la zona del cerro de Dolores en Papantla, de unos 51 mil 700 habitantes.
Sólo los familiares de dos de las víctimas han interpuesto denuncia formal, pero varios allegados se manifestaron este lunes en el centro del pintoresco pueblo, aledaño a la turística zona arqueológica de El Tajín.
Recientemente, la sociedad mexicana se indignó con otro caso similar ocurrido en Tierra Blanca, un peligroso pueblo del sur de Veracruz, donde cinco jóvenes, entre ellos una joven de 16 años, desparecieron el 11 de enero luego de ser detenidos por policías estatales que los entregaron a integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación.
Los miembros de este grupo criminal los habrían asesinado, incinerado y sus restos triturado en un molino de caña.
Hasta ahora, las autoridades han detenido por este caso a ocho policías, entre ellos el jefe de la policía estatal en Tierra Blanca, así como a seis presuntos miembros del cartel.
El caso, que ha sido comparado con el de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, en Guerrero (sur) , se suma a los 26 mil 600 desparecidos en México desde el 2006, cuando el gobierno inició un combate militarizado contra el crimen organizado.