Internacional

Cumbre sobre seguridad nuclear comienza concentrada en Corea del Norte

Estados Unidos reorientó este jueves sus atenciones al programa nuclear de Corea del Norte, al tiempo que líderes de todo el mundo comenzaban a llegar a Washington para una cumbre que se propone reducir las reservas de material radiactivo y proteger el inventario.

Al mismo tiempo, la amenaza de que grupos radicalizados logren obtener material nuclear se tornó actual después de los recientes ataques en Bruselas, ya que dos de los implicados estaban relacionados a videos que muestran todos los pasos de un agente belga del sector nuclear.

Esta cuarta cumbre sobre seguridad nuclear fue convocada por el presidente Barack Obama y cuenta con la participación de medio centenar de países.

En la jornada, Obama dedicó sus energías a poner presión sobre Corea del Norte y sus programa de armas nucleares, y mantuvo una reunión tripartita con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, y la presidente de Corea del Sur, Park Geun-Hye.

En enero, el gobierno norcoreano realizó una prueba de un artefacto nuclear, y en febrero logró lanzar exitosamente un cohete de larga distancia, gestos que hicieron encenderse luces de alerta en toda la región del sudeste asiático.

Por ello, al fin de su reunión con Abe y Park, Obama destacó la importancia de que “la comunidad internacional haga respetar firmemente las medidas adoptadas por la ONU a la luz de las pruebas misilísticas y la actividad nuclear en que Pyongyang ha estado empeñado”.

Washington y Seúl ya iniciaron discusiones sobre la eventual aplicación en Corea del Sur del sofisticado sistema anti misiles estadounidense THAAD.

La posibilidad de que Corea del Sur disponga del sistema THAAD, a su vez, despertó la preocupación de China, que no desea tener un complejo sistema misilístico estadounidense cerca de sus fronteras.

Papel de China

Obama también mantuvo una delicada reunión con el presidente de China, Xi Jinping, con quien discutió no solo la cargada agenda bilateral sino también formas de utilizar la influencia china sobre Corea del Norte para que reduzca la agresividad de su retórica y sus gestos hacia la región.

Poco antes de ese encuentro, la Casa Blanca había adelantado que Obama pretendía sostener con Xi una “conversación franca”  con relación a la situación en el Mar de la China Meridional ante los reclamos territoriales y la creciente presencia militar de Pekín.

Para el gobierno estadounidense, China tiene un papel fundamental en las sanciones contra Corea del Norte, y muy especialmente en convencer al gobierno de Pyongyang a moderar su agresiva retórica hacia la región.

Aunque líderes de medio centenar de países están o estarán presentes en Washington para esta cumbre, la reunión con Xi es la única bilateral prevista por Obama, además de un “rápido encuentro”  con el presidente francés, Franois Hollande.

Preocupación por bomba sucia

Por otra parte, la presencia que acaparó atenciones este jueves en Washington fue la del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

Opositores a Erdogan y miembros de su equipo de seguridad protagonizaron choques sin mayores consecuencias en las proximidades del instituto Brookings, donde el dirigente turco debía pronunciar una conferencia sobre seguridad.

Esa conferencia de Erdogan comenzó poco después de confirmarse un atentado en la ciudad turca de Diyarbakir, que dejó un saldo de por lo menos siete personas muertas.

Esta cuarta cumbre de seguridad nuclear se realiza también bajo la preocupación de que grupos radicales como el Estado Islámico  (EI) puedan obtener una “bomba sucia”   (de dispersión radioactiva).

La reunión tiene lugar apenas días después de los atentados en Bruselas, en los que fueron utilizados explosivos convencionales aunque dos de los suicidas fueron relacionados a posibles esfuerzos por parte del EI de lograr acceso a materiales para una bomba sucia.

El propio Obama lanzó en 2010 en Washington la primera de estas cumbres sobre seguridad nuclear, y posteriormente se realizaron encuentros similares en Corea del Sur y Holanda, concentrados en la seguridad de los stocks de uranio y plutonio, así como medidas para evitar el contrabando.

Pocos técnicos consideran factible que el EI logre desarrollar un arma nuclear, pero si logra tener acceso a material radiactivo podría construir una bomba sucia.

Ausencias notables

De cualquier forma, la reunión no contará con actores fundamentales para cualquier discusión global sobre seguridad nuclear: la ausencia de Rusia, Corea del Norte, Bielorrusia e Irán, por ejemplo, muestra grietas en el frente que la Casa Blanca busca consolidar.

Más allá de Rusia, que cuenta con un enorme potencial nuclear, Corea del Norte logró desarrollar armamento atómico e Irán firmó un histórico acuerdo con países occidentales para el control de su programa de energía atómica, y por ello la presencia de esas naciones era considerada fundamental.

Por América Latina, confirmaron su participación en esta reunión los presidentes Mauricio Macri  (Argentina) , Michelle Bachelet  (Chile) y Enrique Peña Nieto  (México).

Brasil estará representado por su canciller, Mauro Vieira, ya que la presidenta Dilma Rousseff canceló a última hora su participación, ante el agravamiento de la crisis política que amenaza su gobierno.

En la jornada, Macri mantuvo reuniones con los primeros ministros Justin Trudeau, de Canadá, y John Key, de Nueva Zelanda. El mandatario argentino tiene en agenda un encuentro el viernes con el presidente de China, Xi Jinping.

Con relación a la cumbre, Macri dijo que “Argentina ha cumplido estrictamente sus compromisos en materia nuclear, en especial el que se refería a las reservas de uranio altamente enriquecido. Por eso Argentina ha sido, desde 1985, un líder en estas cuestiones”.

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