Las madres indicaron en un cuestionario si no fumaron nada durante el embarazo, si lo hicieron con frecuencia o si fumaron de manera ocasional.
Los científicos, que obtuvieron muestras del ADN de los bebés de la sangre en el cordón umbilical, identificaron en los hijos de madres que fumaron con frecuencia 6 mil 73 lugares donde el ADN había sido modificado de manera diferente que en el de los bebés con madres no fumadoras.
Además, determinaron que esa colección de genes están relacionados con el desarrollo pulmonar y del sistema nervioso, con cánceres vinculados al tabaquismo y con defectos de nacimiento como el labio leporino (fisura labial).
En un análisis separado, muchas de esas modificaciones del ADN (ácido desoxirribonucleico) estaban presentes en niños más mayores cuyas madres fumaron durante el embarazo.
“Ya sabíamos que fumar durante el embarazo está relacionado con el labio leporino, pero no sabemos por qué. La modificación química del ADN quizás esté involucrada de alguna manera en el proceso”, explicó Sthepanie London, autora principal del estudio y doctora en el Instituto de las Ciencias de la Salud Ambiental, parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Los siguientes pasos en esta investigación serán nuevos análisis genéticos para comprender mejor cómo las modificaciones químicas del ADN pueden influir en el desarrollo del niño y en futuras enfermedades.