La jornada es una prueba de fuego para la oposición colombiana, que intenta encarnar el rechazo de parte de la población colombiana hacia los posibles acuerdos que podrían alcanzar en La Habana el gobierno Santos y las FARC, por considerar que abren la puerta a la impunidad frente a los delitos cometidos por los rebeldes.
Las horas previas a las marchas estuvieron marcadas por la tensión en el orden público. Algunas zonas, como el departamento norteño de Córdoba, amanecieron militarizadas el sábado luego de la violencia desatada en los últimos días por el grupo narcoparamilitar del llamado Clan Úsuga.
Este grupo ilegal ha protagonizado asesinatos de miembros de la fuerza pública, bloqueos a vías colombianas, hostigamientos y quemas de vehículos.
Por orden del presidente Santos, miles de policías acompañarán las marchas para garantizar la tranquilidad de los participantes.
Uribe, con megáfono en mano y vestido con una camiseta blanca con la inscripción “No +” sobre los colores de la bandera colombiana, lema de la manifestación para expresar su rechazo a lo que consideran que no está bien en el país, partió con una multitud del Teatro Pablo Tobón Uribe de Medellín.
En Bogotá, la multitud, vistiendo las camisetas blancas o las amarillas de la selección de fútbol, con banderas, globos y pancartas, se concentró en el Parque Nacional donde se inició el recorrido hacia la Plaza de Bolívar, en el centro de la ciudad.
Los argumentos de las manifestaciones son lo que consideran mal manejo de la economía, la corrupción, las privatizaciones y las concesiones que en su opinión el Gobierno está haciendo a la guerrilla de las FARC en las conversaciones de paz de La Habana, principalmente.
“Hay un inconformismo generalizado con el Gobierno del presidente Santos y todo el gabinete por las malas políticas de Gobierno (…) un componente de mucho peso para esta marcha es lo que se está haciendo en La Habana (…) No son claros y no son transparentes con el pueblo colombiano” , dijo a Efe Germán Carreño, uno de los manifestantes en Bogotá.
Una de las pancartas exhibidas en la manifestación de Bogotá expresaba su rechazo “a las pretensiones económicas de las FARC”, “al incremento de los impuestos” y a la “Fiscalía corrupta”, pues el uribismo considera que es víctima de una persecución política por parte de esa entidad.
Una de las primeras ciudades en iniciar la manifestación fue Cartagena de Indias, donde la multitud caminó por los alrededores de sus históricas murallas a primera hora de la mañana para evitar el fuerte sol del Caribe.
En Cali, a pesar de la lluvia, los opositores salieron a la calle con paraguas para manifestar también su disconformidad con el Gobierno.
Manifestaciones similares comenzaron también en ciudades como Barranquilla, Bucaramanga, Santa Marta y Valledupar, entre otras, en rechazo contra lo que llaman “desgobierno”.
En Montería, capital del departamento caribeño de Córdoba, la manifestación fue aplazada para mañana debido a que las autoridades dijeron que no podían garantizar la seguridad de la protesta debido al “paro armado” de la banda criminal Clan Úsuga que el jueves y viernes paralizó las actividades en varias ciudades de al menos seis departamentos del norte y noroeste del país.