Una vez que abone los US$5 millones, Exxon Mobil podrá seguir adelante con sus planes de vender la planta, donde se procesan a diario unos 155 mil barriles de crudo, según detalla el periódico The Wall Street Journal.
La petrolera había anunciado en septiembre un acuerdo para vender la refinería a PBF Energy por más de US$500 millones, pero esa firma paralizó la transacción hasta que Exxon Mobil demostrara que la planta estaba en buen estado.
Desde la explosión, que provocó una oleada de protestas en esa zona del sur de California, la planta permaneció prácticamente cerrada ya que solo podía operar a un 20 por ciento de su capacidad, según las autoridades.
La agencia medioambiental celebró una audiencia pública horas antes de aprobar la multa a Exxon Mobil en la que numerosos vecinos expresaron su rechazo a la reapertura de la refinería, que tiene un largo historial de problemas de seguridad por contaminación.
La explosión tuvo lugar en una planta de procesamiento donde se desató un incendio y aunque no hubo que lamentar víctimas mortales, generó una fuerte nube de humo negro y cenizas y provocó un gran temblor que alcanzó a numerosas viviendas de la zona.
La refinería de Torrance se encuentra situada unos 32 kilómetros al sur de Los Ángeles, cubre unos 300 hectáreas y en ella trabajan unos 1 mil empleados.