¿Cuál es la razón de la visita del presidente Santos y de su delegación?
La relación de Colombia y Guatemala es muy cercana. No es solo de este gobierno. Hay mucho inversionista colombiano acá. Pero creo que nos identificamos en muchas cosas, tenemos necesidades y problemas similares. En Colombia estamos convencidos de que se sale de los problemas más fácil cuando se trabaja en conjunto.
Además de funcionarios, ¿se reunirán con inversionistas?
El presidente viene acompañado de un grupo de empresarios interesados en las inversiones en Guatemala. Muchos de ellos ya tienen presencia y quieren fortalecerla. Mañana —hoy— se reunirá con el sector privado guatemalteco.
¿Cuál es el interés comercial que tiene Colombia con Guatemala?
Estamos enfocados en ciertos productos, como el plástico.
Viene en la delegación el representante de la Asociación de Cafeteros. Guatemala y Colombia son países de café. Queremos ver cómo nos unimos para sacarle el mejor provecho a este producto.
Pero venimos a ver un tema importante, como lo es la seguridad. Queremos fortalecer la capacidad de Guatemala en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, como una labor en conjunto con Estados Unidos.
Hemos capacitado a unos dos mil 300 funcionarios de Guatemala en seguridad, y queremos seguir trabajando juntos.
Estados Unidos ofreció aquí un proyecto similar al que tuvo con Colombia. ¿Qué se puede rescatar de ese proyecto?
Para nosotros, el Plan Colombia fue un elemento fundamental para alcanzar los logros que hemos tenido. Estados Unidos creyó en nosotros cuando nadie más lo hacía. Fue el peor momento de Colombia. El narcotráfico se estaba comiendo las instituciones, y ellos nos dieron esa mano y fue una grandísima ayuda.
Es importante resaltar que el 90 por ciento del plan lo pusieron los colombianos. No es que Estados Unidos haya puesto todo. Obviamente el 10 o 15 por ciento que pusieron fue más que importante. Fue allí cuando vino el impuesto de la guerra; todos los colombianos pagamos para apoyar el esfuerzo en seguridad.
¿Qué tendría que aprovecharse de la oferta de ese país?
El Plan Colombia en su momento no fue solamente la compra de equipos y fortalecer las fuerzas armadas. También tuvo un componente en lo social. No se puede enfocar solo en la seguridad sin mejorar la calidad de vida de la gente. Hay que balancear, pero sobre todo hay que hacer que el plan sea de todos y no que solamente Estados Unidos ponga recursos.
¿Es conveniente una lucha frontal contra el narcotráfico y el crimen organizado?
Indudablemente. Estamos convencidos de que es la única manera de acabarlo; pero solos es difícil, porque hay países que son tránsito, otros son consumidores. La lucha tiene que ser de todos. Hay que luchar contra los carteles, los lavados de activos, los delitos financieros, las incautaciones, hay que trabajar todos, y entre más frontal, habrá mejores resultados.
¿No deja muchas víctimas?
Es la única manera. El narcotráfico desangra a los países lentamente.
¿Cómo empezaron ustedes?
Con la depuración de las fuerzas armadas y la policía. El narcotráfico es un corruptor. A principios de los noventa se sacó a 10 mil policías por corrupción y nexos con el narcotráfico.
¿Vienen a conocer acerca del proceso de paz?
Sí. Sabemos de experiencias exitosas que vinieron de la posguerra, como la del Banco Rural; quisiéramos replicarlo con el Bando Agrario allá.