Poco a poco su comportamiento denotó nerviosismo. Mientras caminaba, rodeada de grabadoras, la activista indígena de Alta Verapaz, Lesvia Mus, quien acompañaba a la Gobernadora, indicó en voz baja: “Ahorita creo que no puede dar declaraciones”, y le preguntó a Ventura: “¿Qué le dijo el presidente?”, a lo que ella contestó: “No, no”. “¿Que no? Va, va”, replicó Mus, lo que se interpretó como una insinuación de que el presidente Jimmy Morales, con quien ya habló, le pidió que no dijera nada sobre presiones.
Afuera, ante la insistencia periodística, Ventura comenzó a hablar y a saludar en q’eqchi’. Después, al preguntarle de nuevo si parlamentarios de FCN-Nación la habían presionado, repitió el saludo, esta vez en español.
“Un saludo para todos los guatemaltecos, para los medios muchas gracias por estar en este momento, gracias por su apoyo, y un saludo para todos los altaverapacenses. Más adelantito voy a poder dar una conferencia; podemos estar con ustedes”, dijo.
Luego afirmó que denunciaría los hechos “más adelantito”. Al ver que su vehículo no estaba listo, Ventura regresó al Palacio, donde se le insistió que por lo menos confirmara si había recibido presiones de FCN-Nación, a lo que finalmente respondió: “Sí”.
De inmediato dio media vuelta y buscó refugio atrás de una columna, en un rincón del Kilómetro Cero, en el Palacio.
Al respecto, el vicepresidente Jafeth Cabrera afirmó que es una “irresponsabilidad” de los diputados, de cualquier bancada, presionar a un funcionario.
Niegan presiones
Durante toda la mañana, los legisladores de FCN-Nación no asistieron a ninguna reunión pública. Por la tarde, Alsíder Arias, del bloque oficialista, se acercó a varios periodistas para dar su versión y explicó que habían estado en reunión con el presidente Morales, en la cual “se abordó brevemente el tema”.
Arias minimizó el llanto de la gobernadora: “Desconozco por qué lo hizo. Yo estuve allí. Solo se le consultó sobre unas obras que no están terminadas. Se le dijo que si veía anomalías tenía que denunciar, y si no lo hacía, aunque fuera del equipo de gobierno, nosotros podíamos accionar en su contra, por omisión de denuncia, y creo que eso fue lo que la alteró”.
El diputado culpó a los asesores de la gobernadora —a quienes no dejaron entrar en la citación— de haber denunciado que era objeto de chantaje.