La fruta fresca es una fuente natural de potasio, fibra, antioxidantes y otras muchas sustancias cardiosaludable, contiene bajos niveles de sodio y grasas, así como calorías, por lo que debe consumirse a diario, según el sitio abc.es
El estudio asevera que el consumo diario de 100 gramos de fruta, fundamentalmente manzanas y naranjas, se asocia con una reducción de hasta un 33 por ciento del riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular tanto en mujeres como en varones de China, país en el que el consumo de fruta es muy inferior al de naciones occidentales.
Liming Li, de la Academia de Ciencias Médicas de China en Pekín (China) y coautor de la investigación explica: “Un informe reciente sobre la Carga Global de las Enfermedades alerta de que el bajo consumo de fruta es una de las principales causas de muerte prematura en nuestro país”.
Para llevar a cabo el estudio, los autores realizaron un seguimiento durante un período de siete años del estado de salud de cerca de medio millón de adultos de 10 áreas urbanas y rurales de China que no padecían ninguna enfermedad cardiovascular ni recibían tratamiento antihipertensivo en el momento de inicio de la investigación.
Los resultados constataron el efecto protector del consumo de fruta sobre la salud cardiovascular. Un beneficio, además, que resultó independiente del género de los participantes o de su lugar de residencia, ya sea área urbana o rural.
La ingesta consumo de fruta, que consistió principalmente en manzanas y naranjas, estuvo fuertemente asociado a otros factores como tabaquismo, un mayor nivel educativo y menores niveles de presión arterial y de glucosa en sangre.
Asimismo, debe tenerse en cuenta que la fruta consumida en China es mayoritariamente fresca –o lo que es lo mismo, ‘cruda’–. Zhengming Chen, coautor del estudio, explica que es difícil determinar si el menor riesgo observado en la población que consume mayores cantidades de fruta fresca se debe realmente a un efecto protector.